Justin Mankin, profesor del Dartmouth College, en Estados Unidos, uno de los dos autores de un estudio sobre el impacto económico de las olas de calor y publicado en la revista Science Advances, detalló que las olas de calor, cuya intensidad crece con el cambio climático, provocan miles de millones de dólares en pérdidas en el mundo, pero su impacto económico es mucho mayor en los países pobres, reforzando las desigualdades.
Mankin aseguró que, “El costo del calor extremo ha sido soportado desproporcionalmente por los países pobres y las regiones que causan menos calentamiento del planeta, y es una tragedia”. “El cambio climático sucede en un panorama de desigualdades económicas y actúa amplificándolas”, añadió.
Entre 1992 y 2013, los periodos de calor extremo costaron cerca de 16 billones de dólares a la economía mundial, según este estudio.
Pero mientras para los países más ricos las pérdidas equivalen a 1.5 por ciento del PIB anual por habitante, para los países más pobres este costo representa 6.7 por ciento.
La razón de esta diferencia es simple, muchos de los países más pobres se sitúan a nivel de los trópicos con un clima más caluroso. Así, en una ola de calor, las temperaturas llegan a ser excepcionalmente altas.
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