En China, el polígono industrial que alberga una fábrica de iPhone perteneciente a Foxconn anunció este miércoles un nuevo confinamiento por covid-19, lo que suscita dudas sobre su impacto en los esfuerzos del proveedor de Apple por sofocar el descontento en su fábrica y el poder satisfacer la demanda de teléfonos inteligentes.
La Zona Económica de Zhengzhou, en el centro del gigante asiático, anunció la imposición de medidas de “gestión silenciosa” con efecto inmediato, entre las que se incluye la prohibición de salir a la calle a todos los residentes y la autorización de circular sólo a los vehículos oficiales. Las medidas se mantendrán hasta el 9 de noviembre.
Foxconn, es el mayor fabricante de iPhone de Apple y produce el 70 por ciento de los envíos del teléfono a nivel mundial y emplea a unas 200 mil personas
La misma empresa dijo en un comunicado que su campus seguía operando bajo un régimen “de circuito cerrado”, en referencia a un mecanismo tipo burbuja comúnmente impuesto como parte de las medidas de prevención del coronavirus en China, donde los empleados duermen, viven y trabajan aislados del resto del mundo.
Foxconn ha estado trabajando para retener al personal y suavizar las tensiones en la fábrica, después de que los trabajadores se quejaran de su trato y disposiciones bajo las medidas de prevención del covid-19.
El confinamiento supone un nuevo endurecimiento de las medidas en Zhengzhou, que el día anterior levantó inesperadamente un confinamiento parcial de sus casi 13 millones de habitantes. La ciudad informó de 358 casos de transmisión local el martes, frente a los 95 del día anterior.