México.- Semáforo Delictivo informó que al cierre de 2022 subieron extorsión 16%, violación 9%, violencia familiar 6%, narcomenudeo 6% y lesiones dolosas
5%, y bajaron secuestro 23%, homicidio 8%, feminicidio 3%, robo a negocio 3% y robo de vehículo 3%; mientras que Robo a casa se mantuvo sin cambio.
Crimen Organizado
En el Semáforo de Alto Impacto, que mide exclusivamente delitos relacionados con crimen organizado los estados peor evaluados son: Colima con 10 rojos; Zacatecas, Chihuahua y Baja California con 7 rojos; y Nuevo León y Morelos con 6 rojos. Los estados mejor evaluados, con cero rojos, son: Yucatán, Sinaloa, Nayarit, Chiapas y Ciudad de México.
“Cabe destacar que Yucatán, como siempre, es el estado mejor evaluado no solo en delitos de crimen organizado, sino también en delitos patrimoniales y sociofamiliares”, precisó Santiago Roel, titular del Semáforo Delictivo. “Nos sorprende positivamente el caso de Sinaloa que, aunque todos sabemos que es un estado con fuerte presencia de crimen organizado, sus delitos no están en los rojos, ni siquiera en homicidio”, dijo.
Homicidio
El homicidio cerró el año con un total de 30,968 víctimas y una diminución en carpeta de 8% en relación al anterior.
Ocho estados tuvieron un incremento en el año. Colima fue el estado que tuvo mayor alza con 56% y, en segundo lugar, Nuevo León con 32%. Los estados con mayor reducción son Tamaulipas 28%, Tabasco 26%, Nayarit 25%, Ciudad de México 24%, Veracruz 23% y Sinaloa con 22%.
La tasa nacional de homicidios es de 22.3 homicidios por cada 100 mil habitantes, casi 4 veces superior a la tasa mundial, con 6 homicidios por cada 100 mil habitantes.
“México tenía una tasa de 8, en el 2008, la más baja de nuestra historia reciente. En aquel entonces, uno de cada cinco homicidios eran ejecuciones de crimen organizado, actualmente esa cifra es de 4 por cada cinco; es decir, un 80 por ciento de los homicidios en México están relacionados con el mercado negro de las drogas, ese es nuestro principal problema delictivo, y la principal causa de deterioro en el Estado de derecho”, advirtió Santiago Roel.
“Algunos estados presentan tasas de homicidio verdaderamente espeluznantes como Zacatecas, 120; Colima, 100; Chihuahua, 90; Baja California, 63; Morelos, 53; y Sonora con 49 homicidios por cada 100 mil habitantes. En todos estos estados hay disputas fuertes entre cárteles y grupos dedicados al cultivo o trasiego de estupefacientes, y mientras no se regulen algunas drogas, seguiremos con este problema”, continuó Roel.
Las tasas más bajas de homicidio las obtienen Yucatán, Coahuila, Aguascalientes, Baja California Sur, Chiapas y Querétaro, todos con una tasa inferior a 7 homicidios por cada 100 mil habitantes. Los otros delitos de crimen organizado presentan resultados encontrados ya que mientras el secuestro se redujo 23%, la extorsión se incrementó 16% y el narcomenudeo un 6%.
Los estados con mayores tasas de secuestro son: Morelos, Chihuahua, Zacatecas, Veracruz y Oaxaca. Los estados con tasas más altas en extorsión son Zacatecas, Estado de México, Veracruz, Baja California Sur y Colima.
Delitos patrimoniales
Los delitos patrimoniales se mantuvieron estables o con ligeras reducciones. Los estados con mayor tasa de robo de vehículos son Baja California, Zacatecas, Chihuahua, Morelos y Estado de México. A nivel nacional, el 39% del robo de vehículos se comete con violencia.
Delitos socio-familiares
Todos los delitos socio-familiares incrementaron en el 2022. La violación subió un 9%, la violencia familiar un 6% y las lesiones dolosas un 5%.
En violación los estados con la tasa más altas son Chihuahua, Quintana Roo y Campeche; en violencia familiar son Chihuahua, Colima y Durango; y en lesiones Campeche, Estado de México, Durango y Aguascalientes.
“Es importante recordar que la violación generalmente se ejerce en contra de menores de edad por parientes cercanos o por conocidos y amigos de la familia, y que puede evitarse mediante campañas preventivas y la precaución de los padres de familia. El principal factor de riesgo es el exceso de confianza. Hay que hacerle caso a lo dicho por el menor y estar atentos a su lenguaje corporal”, concluyó Roel.
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