La alimentación es la clave para que nuestro cuerpo obtenga los nutrientes necesarios y así lograr que nuestro organismo, así como nuestro sistema inmunológico, tengan un buen rendimiento.
Se sabe que el limón y el ajo son alimentos altos en vitaminas que aportan grandes beneficios. Y se especula que al consumirlos juntos sus nutrientes se potencian.
El ajo, originario de Asia, contiene muchos nutrientes. Un diente de ajo es rico en azufre, vitamina B6, vitamina C, selenio y fibra. Tiene además calcio, cobre, potasio, fósforo, hierro y vitamina B1.
Por otra parte, aporta solo 5 calorías, brinda 0.2 gramos de proteína y 1 gramo de carbohidratos.
Consumir un diente de ajo diario ayuda a reducir las probabilidades de presentar resfriados en un 63%. También disminuye el riesgo de presentar osteoartritis, baja la presión arterial, mejora los niveles de colesterol y previene las enfermedades cardiovasculares.
Por su parte el limón es un poderoso antioxidante pues es rico en vitamina C. De hecho, consumir el jugo de 1 limón proporciona el 21% de la cantidad de esta vitamina que una persona necesita diariamente.
Además, los limones son un ingrediente ideal ya que contienen pocas proteínas, carbohidratos y azúcares.
Entre los beneficios de consumir esta fruta está el que ayuda a eliminar del sistema células dañinas, por lo que protege el sistema inmunológico. Y, de la misma manera que el ajo, ayuda a prevenir enfermedades cardiovasculares, diabetes y obesidad. Incluso, si tenemos malestar muscular, beber agua de limón nos puede ayudar a reducir el dolor y hasta a evitar la aparición de cálculos renales.
GF/