Saltillo.- El proyecto piloto Centros Comunitarios de Atención a la Primera Infancia (CCAPI), enfocado en atender a familias de zonas urbanas de alta marginación, está logrando en el norteño estado de Coahuila ayudar a los padres y madres y además reducir la inseguridad, junto con el apoyo de Unicef.
Ana Margarita Villarreal Muñoz, directora de Educación Inicial de la Secretaría de Educación de Coahuila, explicó a Efe este martes que este proyecto -centrado en atender a la infancia- está ayudando además a reducir el vandalismo y la inseguridad en las colonias (barrios) donde se instalan. El proyecto cuenta con el apoyo del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), organismo que asesora y colabora en diseñar los lineamientos de funcionamiento de estos centros comunitarios.
“El proyecto de los CCAPI viene emanado del programa de expansión de la educación de la Secretaría de Educación federal y pretende diversificar la atención y cobertura en diferentes sectores no escolarizados”, precisó Ana Villarreal durante un recorrido exclusivo para Efe.
Villarreal destacó que el nuevo modelo de atención a la primera infancia consiste en centros adecuados especialmente para que asistan las madres o padres con sus hijos menores de 3 años, donde reciben orientaciones pedagógicas a través de juegos, canciones y tareas. Los CCAPI están orientados a enriquecer las prácticas de crianza y apoyar la educación inicial de madres trabajadoras.
Se atiende en promedio a 20 niños y a sus madres, quienes preparan los alimentos para sus hijos con un menú acorde a su edad diseñado para que sean saludables, añadió la directora de Educación Inicial del estado.
RESULTADOS MUY POSITIVOS
Después de casi un año de operar en la colonia Tierra y Libertad, las autoridades del municipio de Saltillo detectaron que gracias al CCAPI el índice de vandalismo ha bajado en este sector de la ciudad. En buena medida, gracias al apoyo de las madres de familia, que buscan la mayor calidad del centro y cuidan sus instalaciones.
“El Centro Comunitario de Tierra y Libertad, antes de operar, sufrió dos robos. Pero desde que acuden las madres y sus hijos no se ha registrado ningún acto vandálico”, contó Villarreal.
Brenda Berenice Najera, madre de Fátima, una niña de tres años que acude cotidianamente al CCAPI, contó que las madres y padres se han organizado en grupos de redes sociales y ellos son los que se han responsabilizado de vigilar y alertar a las autoridades para prevenir robos. Berenice Nájera narró la dinámica que realiza con su hija durante su visita al centro: “La bienvenida comienza cantando tres canciones entre niños y madres. Después empiezan los juegos y dinámicas de trabajo con rompecabezas y cuentos”.
jj