Un gol de Francisco Conceiçao con la izquierda dentro del área en el minuto 92 culminó este martes la remontada de Portugal, ganadora contra la República Checa gracias a esa acción final y al gol en propia puerta de Robin Hranac en el 69, en la primera jornada del grupo F de la Eurocopa 2024.
Inagotable, insistente, voraz pero extrañamente ineficaz, Cristiano Ronaldo, en el día que se proclamó el “rey de reyes” de las Eurocopas, se chocó contra el conservadurismo de la República Checa y con su portero Jindrich Stanek, que frenó las intentonas del delantero luso en un encuentro en el que Francisco Conçeicao se erigió como el héroe del conjunto de Roberto Martínez con el tanto de la victoria (2-1) en el tiempo añadido.
Si hubo un jugador en Leipzig con ganas de focos, ese no fue otro que Cristiano. Fue el líder de Portugal. Una vez más y ya son veinte años los que acumula con su selección, mantuvo su innegociable hambre por marcar goles. Lo intentó todo, una y otra vez, pero no dio en la diana.
Stanek, en sus ocasiones más claras (un mano a mano, un disparo desde el vértice del área y un lanzamiento de falta), frenó la voracidad del héroe luso, que acabó desesperado el choque con un cabezazo que estrelló en el palo en el último suspiro.
Sin embargo, Conceiçao, que saltó al terreno de juego en el minuto 90, solucionó la papeleta para sus compañeros con un remate agónico que dio los tres puntos a su equipo.
Portugal con su juventud ante Chequia
La República Checa, mientras, con un solo disparo a puerta, el que sirvió a Provod para inaugurar el marcador, casi sacó petróleo de su incapacidad para generar nada excepto un sistema defensivo engorroso para Portugal, que una y otra vez se atascó en sus intentos por abrir una muralla casi inexpugnable.
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La atractiva propuesta del combinado luso, el último de los favoritos en comparecer en la Eurocopa, pintaba bien para el equipo de Cristiano, con una ristra de nombres en sus filas con una calidad incontestable. Curiosamente, eran 21 de los 26 eran los mismos que fallaron en el Mundial de Catar 2022. Roberto Martínez, sustituto de Fernando Santos, generó ilusión antes del torneo con un cambio de estilo, no de nombres. Portugal encontró una forma más definida de jugar y llegó a su primera cita como una posible candidata.
Pero Roberto Martínez, antes de enfrentarse a la República Checa, subió la apuesta: su camino hacia la victoria, según afirmó, debía estar cimentado en el buen juego. Eso, es innegociable para el técnico español. Y, jugadores para seguir esa ruta, tiene de sobra. Sólo tenía una duda: jugar con tres centrales o con dos.
Al final, introdujo en la alineación a Pepe y, junto a Dalot y Rúben Dias formó un centro inexpugnable para vigilar al gigantón del Bayer Leverkusen Schrick.
Durante toda la primera parte, una y otra vez, fue el más insistente.
Con el tiempo, se ha reubicado y reinventado sobre el terreno de juego. Es un delantero puro y duro. Pero, su carácter, es absolutamente el mismo. La ambición, por encima de todo.