La aduana de Sonoyta es una de las consideradas en el plan de modernización, de acuerdo a lo anunciado por la Dirección General de Aduanas, sin embargo, la atención debería estar puesta en los casos de extorsión que no cesan.
Administrada por el Coronel Daniel Ortiz Fernández, quien tiene como Sub administrador, al Capitán piloto aviador Felipe de Jesús Gutiérrez Arroyo, la Aduana de Sonoyta se convirtió en su negocio personal, pues trabajadores han denunciado que ambos funcionarios manejan una especie de tabulador extraoficial que los obligan a cumplir, exigiéndoles cuotas específicas para cruzar.
Así es como la encomienda nacional de trabajar bajo el estatuto de “cero tolerancia” ante hechos corruptibles, dictada por el Ejecutivo, ha quedado sin efecto en Sonoyta, pues a ambos funcionarios, no les basta con las exigencias monetarias, sino que, además, excusan que el mal funcionamiento de la aduana es total responsabilidad del personal, pues son quienes están al frente de la atención ciudadana, mientras que ellos, solo se dedican a administrarla; ejemplo claro las largas filas que a diario se observan.
La recaudación en el Sistema Aduanal va en aumento, lo que debería ser razón suficiente para que la oficina del mandatario nacional ponga atención en qué personajes llegan a los puestos claves, pues su funcionamiento debería ir acorde a una vocación de servicio y sentido de responsabilidad.