Gerardo Cedillo, reportero
México.- En maratónica sesión nocturna, previos petardos, vidrios rotos y una senadora que se reportó lesionada.
Morena y los partidos Verde y del Trabajo, aprobaron, con la mayoría calificada que marca la Constitución, el traspaso de la de Guardia Nacional a la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena).
De inmediato, el decreto se envió a los congresos de los estados para que la mitad más uno lo ratifique.
La reforma que modifican 12 artículos de la ley Suprema, el 13, 16, 21, 32, 55, 73, 76, 78, 82, 89, 123 y 129, fue avalada luego de decenas de intervenciones, con 86 votos a favor y 42 en contra al filo de las 6 de la mañana, las reservas a todos los artículos ya no fueron aceptadas.
Además de su adscripción a la Sedena, se autorizó a la Guardia Nacional para investigar delitos.
El oficialismo y la oposición cruzaron acusaciones, durante más de 8 horas.
PAN, PRI y Movimiento Ciudadano, afirmaron que con esta reforma se militariza al país, lo que rechazaron los legisladores de Morena y los partidos Verde Ecologista y del Trabajo.

Al posicionar el dictamen para su aprobación, Citlalli Hernández, senadora de Morena y presidenta de la Comisión de Estudios Legislativos, afirmó que la reforma no trastoca las garantías individuales de las y los ciudadanos.
Rechazó el falso debate de la militarización, y justificó que siendo oposición, los que hoy gobiernan rechazaran al Ejército en tareas de seguridad y trajo a colación a Genaro García Luna.
El panista Ricardo Anaya, acusó que la estrategia de este gobierno de militarizar la seguridad ha sido un rotundo fracaso.
“Porque esta estrategia que consiste en militarizar la seguridad pública ha sido un absoluto fracaso en nuestro país. (…) Es una estrategia fallida y esa es la primera razón por la que no podemos acompañar esta reforma. No nos oponemos por necedad, nos oponemos porque no funciona para pacificar el país”.
Su compañera Laura Esquivel, les recriminó su cambio de opinión y puso audios y posteos de López Obrador y líderes morenistas, que como oposición rechazaban el militarismo que llevaría al Fascismo.
“¿Verdad que no es lo mismo ser borracho qué cantinero?” les echó en cara.
Claudia Anaya del PRI, afirmó que esta reforma atenta contra la progresividad de los derechos humanos y junto con la judicial traza el camino al infierno.
La emecista Alejandra Barrales anunció el voto en contra de su bancada.
“Que vamos a votar en contra de la militarización de nuestro país, y los vamos a hacer como lo hemos explicado ya, porque han transcurrido más de veinte años donde se ha demostrado por dos sexenios anterior y el actual que la presencia de las Fuerzas Armadas en tareas de seguridad pública han sido un fracaso. (…) Que la discusión que hoy estamos dando, como ya se dijo, de ninguna manera resuelve el problema de inseguridad y de violencia que hoy estamos padeciendo en nuestro país”.
Su compañera Amalia García, recordó que los Gigantes de la reforma en 1857 acotaron los fueros, principalmente el militar y eso se mantuvo en el constituyente de 1917, pero hoy se abre la puerta para que el Ejército asuma tareas del ámbito civil.
En el dictamen se establece que la Federación “contará con la Guardia Nacional, fuerza de seguridad pública, profesional, de carácter permanente e integrada por personal de origen militar con formación policial, dependiente de la Secretaría de la Defensa Nacional para ejecutar la Estrategia Nacional de Seguridad Pública en el ámbito de su competencia”.
También, se faculta al Congreso de la Unión para expedir leyes que regulen y establezcan requisitos y límites para la participación del Ejército, la Armada de México y Fuerza Aérea en materia de seguridad interior y en tareas de apoyo a la seguridad pública.
Se menciona que la persona titular de la Comandancia de la Guardia Nacional, que debe ostentar el grado de general de División de la Guardia Nacional en activo, será designada por la persona titular de la Presidencia de la República, a propuesta de la persona titular de la Sedena, en tanto no exista personal con formación de Guardia Nacional con la mencionada jerarquía, esta designación recaerá en un general de División del Ejército, capacitado en materia de seguridad pública.
Además, el Ejecutivo Federal dispondrá lo conducente para que el personal procedente de la extinta Policía Federal cese de prestar sus servicios en la Guardia Nacional y quede adscrito a la Secretaría de Seguridad Pública, conservando sus derechos laborales adquiridos.
El personal que pertenezca a los organismos especializados podrá continuar prestando sus servicios en la Guardia Nacional de manera temporal conforme a los convenios de colaboración que para tal efecto se formalicen entre las secretarías de la Defensa Nacional y de Seguridad y Protección Ciudadana.
Se transferirán a la Secretaría de la Defensa Nacional los recursos presupuestarios y financieros que correspondan para cubrir las erogaciones por concepto de servicios personales de la última plantilla general de plazas aprobada a la extinta Policía Federal y de confianza, así como los gastos de operación de la Guardia Nacional y los recursos materiales destinados a su operación, con excepción de aquellos requeridos para el personal que continuará bajo la adscripción de la Secretaría de Seguridad Pública.
El personal naval que actualmente forma parte de la Guardia Nacional permanecerá integrado a esta.
SC/ LP