Redacción
Sinaloa.- Desde el 9 de septiembre de 2024, que inicio al guerra entre “La Chapiza” contra “La Mayiza” por el control del Cartel de Sinaloa la violencia ha marcado a Culiacán y sus alrededores, generando incertidumbre en los eventos culturales, espectáculos y deportivos.
La Liga BBVA Expansión MX decidió que los Dorados de Sinaloa no jugarán en casa durante el Torneo Clausura 2025, dejando a miles de aficionados huérfanos de su equipo en el estadio Banorte. La decisión desató la furia del gobernador de Sinaloa, Rubén Rocha Moya, quien calificó de “delicados” a los dirigentes de la liga.
“Son muy delicados, tomando actitudes de que pueda pasar esto o aquello. Yo no sé si en ligas de Arabia, Israel, Ucrania o Europa no juegan por situaciones similares. Allá es más peligroso porque tiran bombas”, señaló.
A pesar de que el béisbol con equipos como los Tomateros sigue su curso habitual en el estado, el fútbol ha sido excluido por lo que él considera un acto de poca solidaridad con la situación que atraviesa Sinaloa.
La Liga Arco Mexicana del Pacífico (LAMP), que incluye a equipos como los Cañeros de Los Mochis y Tomateros de Culiacán que se están disputando la semifinal en este momento , también se ha visto afectada, con estadios más vacíos y una disminución en la asistencia del público.
Rob Manfred, comisionado de las Grandes Ligas (MLB), exigió al gobernador Rocha una carta oficial garantizando la seguridad de los peloteros de Grandes Ligas que participan en la LAMP.
“Les mandé una carta asegurando que no habría problema, que se garantizaba la seguridad”, confesó el gobernador.
Entre los jugadores que arriesgaron venir a Sinaloa están figuras como Joey Meneses, quien juega con los Tomateros, e Isaac Paredes, actual estrella de los Naranjeros de Hermosillo.
El gobierno del Estado de Sinaloa busca recuperar la confianza de los organismos deportivos y garantizar la seguridad de sus habitantes, con operativos de la Guardia Nacional alrededor de los estadios durante los eventos deportivos.
SC/ LP