México.- Los bloqueos que realizaron integrantes de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (la CNTE ) en toda la Ciudad de México, pero sobre todo frente a Palacio Nacional no solo interrumpió la rutina de la conferencia mañanera presidencial, sino que exhibió con claridad la profunda crisis de gobernabilidad que enfrenta la administración de Morena, advirtió el dirigente nacional del PRI, Alejandro Moreno Cárdenas.
En sus redes sociales el senador del PRI también comentó “El cerco de los maestros no fue únicamente un acto de protesta. Fue un mensaje contundente de hartazgo, una llamada de atención que el Ejecutivo Federal no ha sabido —ni querido— responder”.
Dijo que la prensa, impedida de acceder físicamente al recinto, tuvo que conectarse por Zoom para cubrir el evento. El hecho no es aislado: es una nueva evidencia del colapso del diálogo social con este gobierno.
Agregó que Morena ha demostrado, una vez más, su incapacidad para tender puentes de entendimiento, escuchar demandas legítimas o resolver conflictos por vías institucionales.
Lejos de mostrar liderazgo o autoridad, el gobierno federal respondió con indiferencia, encerrado en su narrativa triunfalista, mientras afuera los gritos de inconformidad rebotaban en los muros del Palacio Nacional. No es la primera vez que esto ocurre, pero sí es otra muestra alarmante de que este gobierno ha perdido completamente el control del espacio público y con ello, la legitimidad para gobernar.
Lo preocupante no es solo el bloqueo en sí, sino lo que representa: un gobierno sin autoridad moral ni política para encabezar un proceso de conciliación nacional.
Alito Moreno señaló que “La administración de Morena parece haber olvidado que gobernar es, ante todo, saber escuchar, atender y resolver. Hoy ni siquiera pueden entablar un diálogo con los maestros, un sector históricamente vinculado a la construcción social del país”.
Agregó que la protesta de hoy desnuda un problema mayor: este gobierno está rebasado, atrapado en su soberbia, incapaz de articular soluciones. No hay estrategia, no hay apertura, y mucho menos voluntad política. La presidenta y su gabinete han optado por el aislamiento, refugiados en un discurso vacío que ya no convence a nadie.
El saldo del día es doblemente preocupante. Por un lado, un conflicto social sin atender; por el otro, una presidenta que habla sola, ante cámaras conectadas por Zoom, sin prensa presencial ni interlocutores válidos. Si esto no es una metáfora del fracaso institucional de Morena, ¿entonces qué lo es?
Resulta urgente replantear el rumbo del país. No se puede gobernar desde el encierro ni desde la negación. El país exige un gobierno que escuche, que dialogue, que resuelva. Hoy, lo que tenemos es una administración incompetente, que ha perdido la brújula y la confianza ciudadana.
Finalmente, el líder priista apuntó que ante el caos, la soberbia no es una opción. Gobernar implica asumir responsabilidades y rendir cuentas. Morena ya demostró que no puede con el reto. ¿Qué esperan para aceptar su fracaso y dar un paso al costado?
Gerardo Cedillo, reportero
SC/LP