Verónica Jiménez, corresponsal
Hidalgo.- Migrantes centroamericanos que quedaron varados en Hidalgo, han copado las instalaciones del Instituto Nacional de Migración (INM), en donde buscan tramitar sus solicitudes de asilo político, pues no quieren regresar a sus países de origen.
Son hombres, mujeres y niños quienes viven en la incertidumbre y se han quedado en los municipios del altiplano, como Apan, Tepeapulco, Pachuca, Tlaxiaca, Tula, y Huichapan.
Es en Pachuca donde se han concentrado para hacer sus trámites para legalizar su estancia en la entidad.
Otros, de plano ya se quedaron a trabajar en taquerías, en labores de limpieza y especialmente se les observa como limpiaparabrisas a cambio de unas monedas, tal como ocurre en Tizayuca.
Personal del Instituto Nacional de Migración (INM), delegación Hidalgo que se ubica en Pachuca, dijeron que esta semana se incrementaron las solicitudes para regularizar la estancia migratoria de cientos de migrantes.
Desde el mismo lunes, cuando Donald Trump, asumió la presidencia de Estados Unidos, se canceló el programa de permisos CBP One y eso puso en jaque a los centroamericanos.
Ahora, los migrantes buscan legalizar su estancia en México, mientras esperan a que las cosas cambien y puedan continuar su camino para consolidar el sueño americano.
Los migrantes lucen desolados pues se extinguió la vía legal para ingresar a los Estados Unidos y ahora claman para que no sean echados de Hidalgo y en general de territorio mexicano pues en las rutas por las que cruzan el país desde la frontera sur hasta la frontera norte fueron quedando miles y miles de sus compatriotas, señala Mike Nápoles.
Para sobrevivir los migrantes piden dinero en los cruceros, se emplean en algunos comercios y en taquerías o cocinas económicas donde hacen labores de limpieza.
Mientras que el Instituto Nacional de Migración (INM), trata de atenderlos a todos, pero a las 3 y 4 de la tarde cierran sus oficinas y hasta el otro día deberán quienes ya hacen largas filas para iniciar con sus trámites.
Cabe destacar que en Hidalgo no existe alguna sede de la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (COMAR), instancia donde los migrantes deberán acudir para regularizar su estancia en México.
Para dar alimentos y asilo mujeres y organizaciones religiosas han reforzado sus actividades para atender a quienes van de paso e incluso han solicitado ya a la población a ayudar con comida, ropa y medicamento a las organizaciones de ayuda para atender a estos migrantes centroamericanos, bajo la premisa de que todos en algún momento hemos migrado o lo han hecho nuestras familias, por ello, hay que ayudar.
SC/