Jorge Sánchez, reportero
Estado de México.- Este fin de semana retornó la calma en las inmediaciones del edificio de la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (Comar) ubicada en la avenida Los Remedios, en la colonia Luis Tlatilco en Naucalpan que la semana pasada lucieron abarrotadas por migrantes, en busca de quedarse en México, ante la negativa migratoria de Estados Unidos.
Desde el día viernes por la tarde que concluyó el horario laboral 18:00 horas, cientos de migrantes que hicieron filas enormes para realizar el trámite de estancia legal en México; ante la imposibilidad de llegar al país vecino, se retiraron del lugar para hacer acto de presencia a primera hora de este lunes 27 de enero que se reactivan los días laborales.
A lo largo de la semana, las personas provenientes de Haití, Venezuela, Cuba, El Salvador, entre otros países, se forman esperando regularizar su situación en México; obtener un certificado de estancia legal el cual les otorga el derecho de trabajar o trasladarse sin temor a ser detenidos o deportados.
Según algunos testimonios, entre semana – de lunes a viernes, el proceso es lento y caótico, pues se han presentado también riñas ante la inconformidad de los migrantes. Por ejemplo, por lo ocurrido el pasado jueves, cuando la atención prioritaria a un grupo de haitianos generó tensión y enfrentamientos entre los demandantes, lo que derivó en la suspensión del servicio a las 13:00 horas, denunció Leidis, ciudadana cubana de 40 años de edad.
“Hubo haitianos que vinieron de último, se pusieron en la puerta y como no entendemos lo que ellos hablan, se formó el desmadre y la empujadera, fue horroroso” expresó la ciudadana cubana; quien no ha tenido éxito en su trámite de regulación.
De acuerdo a solicitantes de dicho documento, el procedimiento de regulación de su estancia en México puede demorar semanas, lo que aumenta la desesperación entre los solicitantes, además de que la Comisión atiende solo a 300 personas por día y en la fila hay miles en espera de atención.
Sin importan el frío de la madrugada, el calor del día, las condiciones insalubres del lugar, debido a que el edificio de la COMAR se ubica entre calles sin alumbrado público ni pavimento, sin baños, basura acumulada y casuchas del asentamiento irregular Ferrocarril Acámbaro, a un costado de vías férreas en desuso, los migrantes buscan desesperados regularizar su estancia en México.-, se han visto en la necesidad de llegar acuerdos entre ellos para cuidar sus lugares y evitar más riñas, porque “no hay autoridad que ponga orden en el lugar que se ha convertido en un caos entre semana” afirman víctimas de la situación.
Los fines de semana, es cuando los vecinos cercanos a la COMAR descansan de la presencia de migrantes; pues no hay servicio en las oficinas, la concentración inicia desde la madrugada del lunes hasta el viernes.
Entre semana, los migrantes duermen en las banquetas sobre cartones y tarimas, en medio de calles con pavimentos desgastados, pasando los días en espera de comenzar sus trámites.
“No hay autoridad que ponga orden; requerimos su presencia para que nos den seguridad y ayuda humanitaria; adentro de la COMAR hay atención y asistencia, pero en la calle todo es inseguridad, señaló Julio, originario de Venezuela.
Migrantes entrevistados en el lugar afirmaron que el organismo atiende en promedio a 300 personas al día, pero desde que asumió Donald Trump la presidencia de Estados Unidos, cada día llegan unos mil 500 extranjeros.
Desde la madrugada de este lunes, de nueva cuenta arribaron a las inmediaciones de la COMAR cientos de migrantes que buscarán obtener su trámite.
SC/LP