La nadadora sueca Sarah Sjostrom agigantó su leyenda y a sus 30 años conquistó el oro olímpico de los 100 libre que le faltaba en su palmarés para confirmarse como la mejor velocista de todos los tiempos, tras imponerse este miércoles en la final del héctómetro de los Juegos de París.
Una prueba que en principio no entraba en los planes de la escandinava, que pese a su condición de plusmarquista universal de la distancia. Tan solo tenía pensado competir en la capital francesa en los 50 metros.
Pero los ajustes definitivos del programa de sesiones animaron a Sjostrom a participar en una distancia en la que ya fue bronce hace ocho años en los Juegos Olímpicos de Río 2016.
Sjostrom la reina de la natación.
Sin presión alguna, la sueca logró el mejor tiempo de las preliminares, pero en las semifinales ya sólo pudo ser sexta superada. Por una nueva generación de velocistas liderada por la australiana Mollie O’Callaghan, oro en estos Juegos en os 200 libre, y que a sus 20 años parecía destinada a doblete.
Pero la oceánica, doble campeona del mundo en los años 2022 y 2023. Lastrada por una mala salida decepcionó en la final en la que se quedó fuera del podio tras concluir cuarta.
Leon Marchand da un paso de gigante hacia los cuatro oros
Un explosivo final que permitió a la nadadora sueca tocar con un tiempo de 52.16 segundos en primera posición la pared por delante de Huske. Plata con un crono de 52.29, y de Haughey, que se colgó el bronce con una marca de 52.33 segundos.