Comunicado
México.- El deporte es una actividad humana llena de sentido y virtud. Con él, el ser humano desarrolla y trabaja, a un mismo tiempo, todos sus talentos, tanto físicos como espirituales.
Supone no sólo el dominio de habilidades personales, sino también relacionales, pues implica la asimilación de contextos sociales, reglas, autoridades, así como del manejo de tiempos y movimientos.
El deporte conlleva el ejercitarse, prepararse, plantearse metas y fines, en una dinámica de cuidado propio y de los demás competidores. Exige constancia, perseverancia, sabiduría y gracia.
No es solamente el dominio, fortaleza y habilidades corporales.
Es una actividad que requiere el manejo positivo y conjunto de nuestras facultades más humanas: la inteligencia, nuestra voluntad y pasiones, la memoria y la imaginación, así como el necesario sentido de la concreción y síntesis.
Es urgente comprender el deporte como un camino educativo fundamental para la formación humana de nuestra niñez, adolescencia y juventud, así como el desarrollo de las artes, la religión y el escultismo, entre otros. Gracias a todas estas actividades humanas, la persona entra en una dinámica de superación constante, de consolidación de relaciones pacíficas y, sobre todo, le permite que emerja todo lo que hay de noble, verdadero y bueno en ella.
Manifestamos nuestra profunda alegría ante estos Juegos Olímpicos París 2024 y los reconocemos como una oportunidad para demostrarnos que, como humanidad, es posible vivir dignamente en medio de nuestras diferencias, haciendo a un lado los conflictos y construyendo relaciones de fraternidad, de paz.
Los Juegos Olímpicos siempre han sido espacios de pluralidad, solidaridad humana, disciplina y grandeza. Abrazan, en un mismo acontecimiento, los esfuerzos de deportistas, entrenadores, espectadores, organizadores y gobiernos, evitando toda exclusión de raza, lengua, estatus social, religión.
SC/