Agencias
Veracruz.- La llegada masiva de cangrejos azules (Cardisoma guanhumi) a las playas de Tuxpan, Veracruz, ha subrayado la necesidad urgente de proteger a esta especie crucial para el ecosistema costero del Golfo de México. El fenómeno de desove, que ocurre entre junio y septiembre, ha captado la atención tanto de autoridades locales como de residentes, por lo que es necesario implementar medidas de conservación y concientización destacó Román Corrons Chávez.
El cangrejo azul habita principalmente en zonas costeras de manglares, pantanos, lagunas y estuarios. Durante el período de desove, estos crustáceos liberan sus larvas en el mar, las cuales se desarrollan durante 5 a 8 meses antes de alcanzar la madurez, por lo que la preservación de su hábitat en esta etapa es esencial para la continuidad de la especie.
En ese contexto, Corrons Chávez hizo énfasis en la importancia de respetar la veda temporal, que va del 15 de agosto al 30 de septiembre, como una medida clave para garantizar la sostenibilidad y conservación de la especie a largo plazo.
En respuesta a la sobreexplotación de la especie en Veracruz y Tabasco, se han lanzado diversas iniciativas para proteger al cangrejo azul. Autoridades locales en Veracruz, en colaboración con la dirección de Medioambiente Municipal, han intensificado la vigilancia para prevenir la captura y comercialización durante el período de desove.
A pesar de estas acciones, la falta de restricciones en Tabasco ha generado preocupaciones adicionales sobre la conservación de la especie.
Desde 2017, el Instituto Mexicano de Investigación en Pesca y Acuacultura Sustentable ha documentado una disminución significativa en las poblaciones del cangrejo azul debido a la captura excesiva. En respuesta, la Fundación Vida Silvestre A.C. ha implementado programas de monitoreo y rescate, que incluyen el pesaje, medición y marcaje de cangrejos rescatados, así como su liberación en áreas protegidas.
En cuanto a las nuevas regulaciones pesqueras, Veracruz ha avanzado mediante la implementación de normas estipuladas en la Carta Nacional Pesquera. Estas regulaciones, según explica Corrons Chávez, buscan asegurar la sostenibilidad de la especie y regular la captura mediante permisos específicos.
Román Corrons Chávez también propuso métodos de pesca alternativos al gancho para minimizar el daño a los cangrejos y permitir su liberación viva siempre que sea posible. “Se busca otro arte de pesca distinto al gancho porque se sabe que mata a un animal. La idea es aprovechar solamente la pinza mayor o liberarlo vivo”, comentó.
Los planes de manejo pesquero, que involucran a diversas instituciones y al público, son esenciales para la adecuada implementación de estas regulaciones. Estos planes aseguran que la protección del recurso se lleve a cabo de manera colaborativa y efectiva. La Norma 9, que regula la veda del cangrejo azul, se basa en evidencia científica y busca equilibrar las restricciones con las actividades económicas locales.
Las áreas más comunes donde se observan los cangrejos azules incluyen municipios como Alvarado, Catemaco, Nautla, Tamiahua, Tecolutla y Boca del Río. La presencia de estos crustáceos en diversas localidades pone de manifiesto la necesidad de una vigilancia continua para proteger su hábitat y mantener el equilibrio de la especie.
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