Ernesto Gloria, reportero
México.- Tras los embates económicos a la región de América Latina y el Caribe dejados por la crisis del 2008, la pandemia, así como los de carácter geopolítico entre ellos, la invasión de Rusia a Ucrania además de las tensiones comerciales crecientes, entre los países desarrollados, que han hecho dejar de voltear al multilateralismo y preferir por el cierre de economías, los gobiernos deben modificar sus perspectivas y conjuntar prioridades, así lo señaló Arancha González Layla, quien impartió la conferencia: “Globalización, Regionalización y los Retos de la Integración Económica de América Latina y el Caribe”, en el marco del 75 Aniversario de la CEPAL. La Decana de la Escuela de relaciones internacionales del Instituto de Estudios Políticos de París, dijo que los gobiernos, deben enfocar políticas a potenciar el desarrollo.
“Necesitamos medidas para que el comercio beneficie a todos y esto no le corresponde a los ministros, ni a los ministerios de Comercio; esto es una tarea de coherencia de la acción del gobierno, de coherencia de políticas públicas…muchos de los problemas de nuestras economías, no tienen que ver con sus políticas comerciales, tienen mucho que ver con la ausencia de otras políticas: una fiscalidad justa, una educación y una formación de calidad, unas redes de protección social a los ciudadanos, políticas industriales abiertas”.
González Layla, afirmó que es el momento para que la CEPAL retome su capacidad de liderazgo para consolidar un sistema financiero internacional, que permita seguir posibilitando el comercio internacional, seguir tejiendo acuerdos internacionales para gestionar la interdependencia de forma multilateral, que su misión no sea sólo favorecer la convergencia, sino ayudarnos a disminuir los riesgos de divergencias, para evitar que las diferencias o disputas comerciales, se conviertan en guerras; por ello dijo que se necesitan reglas más flexibles que las actuales, mismas que garanticen el acceso a la igualdad de oportunidades de todos los miembros de la comunidad internacional en la economía.
“No basta con hacer que el comercio sea posible, hay que trabajar para que este comercio ocurra; aquí la macroeconomía sólo vale si se une de una manera coherente con la microeconomía. Tenemos que tratar cuestiones como el acceso al crédito para el comercio, medidas para ayudar a que las pequeñas y medianas empresas que son el 98% de nuestras economías puedan participar también en el comercio internacional; inteligencia comercial, infraestructura duradera, certificación de calidad: todo ello que es les que van a permitir una nueva categoría de actores participando en el comercio internacional”.
Finalmente, apuntó que se debe luchar contra uñas y dientes contra la fragmentación del orden internacional, así como contra la reducción de los espacios de cooperación internacional, toda vez que, de no actuar, la fragmentación no solamente nos va a costar, sino que además, no será eficaz. Destacó que en ese sentido América Latina y el Caribe tienen un espacio para desplegar su capacidad propositiva, misma que tiene espacios en el Fondo Monetario Internacional y en el Banco Mundial, pero se debe priorizar que ésta es una inversión que políticamente vale la pena.
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