Ernesto Gloria, reportero
México.- La Alianza Nacional de Pequeños Comerciantes, se refirió al proceso de elección del poder judicial, señaló que, si bien nadie está en contra de la democracia, la de este domingo fue un proceso inédito, complejo y mal ejecutado que se vio empañado por un alto abstencionismo.
Cuauhtémoc Rivera, presidente la ANPEC, afirmó que el problema no es votar o dejar de hacerlo, sino convocar a las urnas a una población que sufre de una amplia desigualdad, estancamiento, pobreza y marginación.
Dijo que, con esta elección, los mexicanos le quitaron el velo de los ojos a la dama de la justicia, que por fin pudo ver un pueblo con amplias carencias.
“Por eso seguramente la dama de la justicia se encuentra desconcertada, porque más allá de contar con jueces magistrados y ministros con alto perfil académico electos democráticamente, ella debe preguntarse cómo impartir justicia en una sociedad postrada, marginada, empobrecida y violentada. Resulta kafkiano hablar de justicia en México, en este entorno un verdadero despropósito; la dama sin duda se sonrojó de vergüenza, al observar estas condiciones y concluyó: con hambre no hay justicia. Llamar a la población a votar ahora no tuvo eco, la gente no entendió el llamado, porque se encuentra en lo suyo esforzándose por resolver lo esencial de sus vidas”.
El presidente del pequeño comercio recordó que actualmente los mexicanos vivimos una fuerte presión de los precios que se han disparado por encima del poder de compra, que hace prohibitivos alimentos como el pollo, el huevo o la carne de res, pero también de indispensables como la cebolla, el trigo, el azúcar y otros, mismos que además del alto costo enfrentan temas como plagas, sequías o aranceles.
Afirmó que todo se ha combinado para dificultar más aún a la gente de a pie, a acceder de manera regular a una alimentación básica.
Cuauhtémoc Rivera se refirió a la pensión para adultos mayores, que se ha convertido ya en parte estructural de la vida de las personas, pero que, a estas alturas, no es suficiente para salir a flote con los gastos.
“Esto es una clara señal del nivel de necesidad y marginalidad que viven millones de mexicanos en la actualidad, que ni con los programas sociales logran equilibrar su reunión familiar. Ante este escenario y con este nivel de escozor social, pese a la elección democrática del aparato judicial, el fracaso mayor de las elecciones del 1 de junio no radica en votar o no votar, en la legalidad o legitimidad de los comicios, ni la certeza del conteo de los votos; el verdadero problema estructural de esta elección, es la adversidad que le toca lidiar a amplias capas de la sociedad mexicana…los mexicanos hemos normalizado vivir en un polvorín y en medio de ese polvorín, nos damos el lujo incomprendido por muchos de llamar a votar y presumir una vida democrática”.
FF