Buenos Aires.- La invasión rusa a Ucrania ha hecho saltar por los aires los precios de las materias primas, un escenario que en Latinoamérica podría beneficiar a los países exportadores de granos e hidrocarburos pero perjudicará a los importadores, aunque tanto unos como otros sufrirán mayores presiones inflacionarias que erosionarán sus perspectivas de crecimiento económico para este año.
Debido al rol estratégico de Rusia y Ucrania como importantes abastecedores de energía y alimentos, el conflicto bélico sacudió los mercados globales, temerosos de que las cadenas de suministro se vean severamente impactadas por la guerra y las sanciones económicas impuestas a Rusia.
Latinoamérica no está significativamente expuesta a Rusia de manera directa en materia de inversiones y comercio.
De acuerdo a datos de la consultora Capital Economics, el comercio con Rusia y Ucrania representa menos del 1,5 % de las exportaciones e importaciones totales de bienes de las principales economías latinoamericanas.
Con todo, y pese a la elevada incertidumbre sobre los alcances y el tiempo que durará el conflicto bélico, los expertos advierten de que la región sufrirá un fuerte impacto indirecto por la vía de los precios de las materias primas.
Según Michael Heydt, vicepresidente senior de Calificaciones Soberanas Globales de la agencia de calificación DBRS Morningstar, Latinoamérica incluye un conjunto diverso de países en términos económicos y, “si bien los precios más altos podrían beneficiar a algunos países exportadores netos de materias primas, otras partes de la región dependen en gran medida de las importaciones, como América Central y el Caribe”.
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