Amigos de Enfoque Noticias, la recomendación de esta semana para ir al cine es la película francesa “Delicioso”, cinta que está escrita y dirigida por Éric Besnard y lleva en los papeles principales a Grégory Gadebois, Isabelle Carré y Benjamin Lavernhe.
“Delicioso” nos ubica en Francia en 1789, poco antes del inicio de la Revolución Francesa y nos cuenta la historia de Pierre Mancerón un talentoso chef, que, junto con su hijo, están al servicio del caprichoso Duque de Chamfort; la historia da un giro cuando el chef Manceron es despedido por el Duque, debido a que tuvo la osadía de servirle, en un gran banquete, un bocadillo con papa, tubérculo que en esa época era reservado solo para los cerdos. El chef Manceron, junto con su hijo, regresa a su localidad de origen, totalmente deprimido y sin ánimos de cocinar. Su encuentro con una misteriosa mujer, que desea ser su aprendiz y practicar el arte culinario, le devuelve, a regañadientes, la confianza en sí mismo, y lo empuja a liberarse de su condición de sirviente para convertirse en un emprendedor, al abrir el que sería el primer restaurante de Francia, al que pueden ir tanto ricos, como pobres; una idea que les hará ganar muchos clientes, así como enemigos.
“Delicioso” es una hermosa película que, a través de un excelente diseño de producción, música y fotografía, nos llevan a una época, en donde no existían restaurantes al estilo moderno, sino más bien mugrientas posadas, en donde se cocinaban platillos comunes, que únicamente servían para saciar el hambre. Además, la película tiene guion inteligente, que utiliza metafóricamente el arte de cocinar, para establecer las diferencias de clases, los ánimos de la época, todo orquestado en una correcta dirección, que nos entrega una agradable visión de la vida campirana, que recrea la llegada del arte gastronómico para todos.
Amigos de Enfoque Noticias, “Delicioso” es un drama histórico que combina géneros que se terminan por “marinar”, en una trama compleja e interesante cuyo mensaje más profundo es, cómo la creación de menús personalizados y el buen trato a los comensales, en un agradable lugar para comer, fueron elementos que terminaron siendo el espíritu de la libertad, la igualdad y la fraternidad que predicó poco tiempo después una Revolución.
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