El Barça de Xavi Hernández alcanzó su cúspide de buen juego el 12 de enero en la semifinal de la Supercopa de España ante el Real Madrid a pesar de caer eliminado (2-3), pero su imagen empeoró significativamente en el adiós de la Copa del Rey ante el Athletic Club (3-2) y este domingo aún se vio más desmejorada en el triunfo ‘in extremis’ ante el Alavés en Liga (0-1).
Un gol de Frenkie de Jong en el minuto 87 salvó los muebles al Barça, que sigue a un punto del gran objetivo de esta temporada, clasificarse para la Liga de Campeones del próximo curso.
Pero el tanto del holandés no tapó el juego sin ideas que el equipo mostró durante el resto del partido, sobre todo en un primer tiempo para olvidar en el que prácticamente no sucedió nada.
Excepto en el gol, que surgió de un desmarque de Ferran Torres, el asistente de Frenkie de Jong, el Barça no encontró la profundidad en ningún momento ante un Alavés bien plantado atrás que no pasó demasiadas dificultades para parar el ataque estático azulgrana, que tan solo se revitalizó ligeramente cuando se pasó al sistema 3-4-3.
Las mejores ocasiones de los de Xavi llegaron con balones colgados al área que esta vez Luuk de Jong, que llevaba tres partidos consecutivos marcando, no supo convertir en gol.
Pero, a pesar de la apatía del juego, el técnico tan solo hizo tres cambios durante el encuentro y uno de ellos fue en el minuto 90 para dar entrada a Clément Lenglet con el objetivo de volver a la defensa de cuatro.
AJGD