FAO.- En este día rendimos un homenaje a las comunidades pesqueras de todo el mundo, y destacamos la importancia de esta actividad para la vida humana, fomentando una pesca sustentable y sostenible, además de ecosistemas marinos saludables.
Es necesario incidir en los gobiernos y empresas privadas en la mejora de las condiciones de trabajo en el sector pesquero, para que la pesca sea más sostenible a nivel social y laboral.
Este año la celebración se enfoca la atención en el papel de los puertos pesqueros y en cómo pueden contribuir en asegurar la sostenibilidad social en el sector.
Uno de los grandes desafíos que se le presentan a la pesca son las prácticas nocivas que atentan contra los océanos: sobrepesca, prácticas de pesca no reguladas y destructivas, así como la gestión inadecuada de los desechos.
De acuerdo con estudios recientes de las Naciones Unidas más de dos tercios de las pesquerías del mundo son explotadas o con sobrepesca y más de un tercio están en declive, debido a factores como el calentamiento global, así como la contaminación de las costas y océanos ocasionado por las actividades domésticas e industriales que afectan los hábitats esenciales para los peces.
La pesca a pequeña escala (marina y continental) es una actividad que involucra entre 30 y 60 millones de personas a nivel mundial, estimando que el 50% son mujeres. La actividad pesquera constituye su principal fuente de sustento y además contribuye a la nutrición de las personas en todo el mundo.
La población mundial consume más de 100 millones de toneladas de pescado anuales, que representa el 25% de la proteína alimentaria a nivel mundial.
GF/