Redacción Deportes, 23 abr (EFE).- El alemán Alexander Zverev, primer favorito del Masters 1.000 de Madrid que ha ganado en dos ocasiones, mostró su aprecio por el torneo que se disputa en la Caja Mágica y restó importancia al incidente que sufrió la semana pasada con un aficionado en el torneo de Múnich.
El jugador de Hamburgo, segundo en el ránking ATP, fue increpado por un espectador el viernes pasado en el encuentro de cuartos de final del abierto muniqués. Zverev llegó a pedir al juez de silla del encuentro contra el neerlandés Tallon Griekspoor que expulsara al aficionado, que recordó al tenista las acusaciones de maltrato a una exnovia por las que fue juzgado en el pasado, un caso que fue archivado.
“No pasa nada. En Múnich el público fue increíble. Ya lo dije antes: en el partido de cuartos de final contra Griekspoor estaba mentalmente desconectado y el público fue quien me ayudó a recuperarme. Gané el partido gracias al público, así que no me puedo quejar en absoluto”.
“Pero bueno, siempre habrá uno o dos idiotas en todas partes. Pasa en todos los deportes como este. Lo tienes en el fútbol, en las carreras, en el tenis, en cualquier otro lugar. Es así, así es el deporte. Pero para mí, el público fue increíble en Múnich”, añadió Zverev, que ganó ese torneo el pasado domingo.
“Por fin jugué un buen tenis y ganar un torneo siempre te da confianza. No estaba muy seguro antes de Múnich. No había jugado a mi mejor nivel, pero estoy muy contento con la victoria y, de cara al futuro, espero poder seguir jugando un buen tenis”, indicó Zverev.
Alexander Zverev llega a Madrid cargado de expectativas y con buenos recuerdos del pasado. Dos títulos y una final en su recorrido por la Caja Mágica.
“Lo primero que me viene a la mente al llegar a Madrid es que me sentiré bien en la pista de tenis. Es uno de mis torneos favoritos. Es mi pista favorita, la central, solo he perdido dos veces en toda mi vida aquí, así que es un lugar especial para mí. También es un lugar donde he tenido mucho éxito, lo cual ayuda”, destacó.
“Espero poder continuar este año como lo hice los últimos años, ganando grandes partidos y llegando lejos en el torneo. Así que eso, sin duda, es algo que me ayuda cuando vengo a Madrid”, recordó el número dos del mundo.
La sanción a Jannik Sinner dejó la posibilidad de que el número uno del mundo cambiara de manos y fuera a Zverev o a Carlos Alcaraz. No supuso esa opción una presión añadida para el germano.
“Simplemente estaba jugando mal. Creo que ya lo dije antes: Australia me afectó, y había muchas cosas que, en mi opinión, me hacían pensar que no estaba jugando bien. Ya lo he superado. Gané un torneo la semana pasada. Ganar torneos, especialmente torneos de ese nivel, no se ganan jugando mal”, señaló.
“Estoy contento de haber ganado. La confianza sin duda aumenta después de ganar un torneo como este. Sí, de cara al futuro, espero, como dije, poder seguir por el mismo camino, seguir mejorando y seguir intentando ganar”, agregó.
“Ya han pasado algunos meses. Tenemos ahora este torneo en Madrid y despés Roma y luego vamos a Roland Garros. Ya no puedo pensar mucho en Australia, tengo que pensar en las próximas tres semanas”, indicó Zverev.
Asimismo, lamentó la situación que viven los jugadores con las pruebas de dopaje: “Es un proceso molesto porque tenemos que estar en un lugar determinado todos los días, dar detalles de dónde vamos a estar durante aproximadamente una hora al día. Pero al mismo tiempo, si no llegan a la hora que les dimos igual te tienes que volver”
“A mí me pasó a finales del año pasado, más o menos en diciembre, cuando estaba recogiendo a mi hija en el aeropuerto de Niza, y luego, en el control de dopaje, mi turno era como a las siete o las ocho y llegaron a las nueve”, relató.
“Me llamaron y me dijeron que tenía que volver y les dije que no podía porque tenía que recoger a una niña de tres años. Y me respondieron que tenía que volver pasara lo que pasara. Eso es lo más molesto, porque es como si me estuvieran quitando un poco la libertad de vivir. Bueno, si quieres venir en menos de una hora, está bien, porque esa es la regla. Pero después de eso, tienes que darnos la libertad de vivir”, subrayó.
AJGD
