Redacción Deportes, 15 may (EFE).- El italiano Jannik Sinner, número 1 del mundo, maltrató este jueves al noruego Casper Ruud en los cuartos de final del Masters 1.000 de Roma, donde se impuso con autoridad máxima en dos sets, por 6-0 y 6-1, para acceder a sus primeras semifinales en el torneo italiano.
La exhibición de Sinner ante Ruud provocó incluso que el público italiano intentara animar al noruego, desconsolado tras el primer set. Los aplausos de la grada con cada punto del flamante campeón en Madrid dieron resultado y Ruud pudo celebrar un juego en el segundo set. El único. Y lejos de pasear cabizbajo hacia su banco, tuvo un gesto de fraternidad tremenda con la afición, con la que celebró sonriente ese juego.
Es el resumen perfecto de un duelo en el que solo hubo un tenista en la pista central del Foro Itálico. Ese que lleva 25 partidos seguidos ganando, 27 contando los de la exhibición de Six Kig Slam. Ese cuya última derrota fue contra Alcaraz en octubre 2024 y que lleva 24 sets consecutivos ganados contra un top-10 desde esa derrota ante el español en al final de Pekín. Ese que llevaba tres meses sin jugar y que no venía con altas expectativas a Roma.
Se resarció por todo lo alto Sinner de sus dudas ante el argentino Francisco Cerúndolo, contra el que probablemente dejó su peor partido del año pese a la victoria. Ruud pagó los platos rotos y no pudo continuar con su gran temporada, tras haber levantado en Madrid el primer título en un torneo de esta categoría.
La última vez que se vieron, Sinner ya arrasó a Ruud en la fase de grupos de las Finales ATP, la antigua Copa de Maestros. También en dos sets, por 6-2 y 6-1 en apenas 1 hora y 10 minutos. Esta vez fue aún mayor el aplastamiento. Fue un dominio absoluto. Desproporcionado, casi.
Menos de media hora y Sinner ya tenía un set en el bolsillo. Inició con un juego blanco. Ruud todavía no sabía lo que tenía delante. Solo pudo hacer 7 puntos en el primer envite. De ellos, solo 2 fueron al servicio. Un atropello monumental. Derechas ajustadas, directamente a la línea. Reveses a contrapie. Una gestión de cada punto impecable que pasó algo desapercibida por la potencia del golpe, por la solidez en el resto. Un escándalo.
Soltó un poco el pie del acelerador Sinner en la segunda manga, aflojó la soga del cuello de un Ruud que, aunque ya sentenciado, se mantuvo con frialdad y profesionalidad sobre la pista central en un partido que, probablemente, nunca olvidará. Es el campeón de Madrid. Y pareció un tenista de menor nivel en el ránking que lo que mara su número 7 por culpa del monstruo italiano.
Ganó su juego y lo devolvió el cariño a la grada. Lo “celebró”. Fue el único. No pudo más. Sinner fue una mala bestia vestida de negro que no tuvo piedad, que cerró los cuartos en apenas 1 hora y 4 minutos.
En las semifinales, las primeras en Roma, Sinner se medirá al estadounidense Tommy Paul, número 12 del ránking, advertido ya tras este partido de lo que tendrá delante. Al gran candidato a ganar este torneo de Roma.
AJGD
