El Lille se clasificó para los octavos de final de la Liga de Campeones después de superar al Wolfsburgo, eliminado de la competición tras caer 1-3 con los tantos de Burak Yilmaz, Jonathan David y Angel Gomes, socios del gran agitador del partido: Jonathan Ikoné.
Entre los cuatro se encargaron de sellar el billete hacia la siguiente fase del Lille, también rival del Sevilla, y del Salzburgo en el grupo G. El cuadro francés, primero antes del inicio de la última jornada, dependía de sí mismo, igual que el austriaco. La igualdad del grupo entre los cuatro implicados permitía esa situación.
Con un buen despliegue, el Lille se llevó los últimos puntos necesarios para seguir adelante en el torneo. La diferencia la marcó Ikoné, un auténtico incordio durante todo el encuentro y el mejor de largo en uno de sus mejores partidos del curso.
El extremo del Lille, cuando quiere, es un jugador diferencial. Y, contra el Wolfsburgo, lo fue. Cada vez que agarraba la pelota en velocidad, los aficionados del cuadro alemán temblaban. Prácticamente, era imparable ante la desesperación de sus rivales, que en ningún momento dieron sensación alguna de tener opciones de pasar de ronda.
AJGD