La primera gran decepción llegó justo a la edad de 10 años cuando guiándome en los pronósticos del “Diario Esto” pensé que México era importante porque, según teníamos la mejor selección nacional de la historia con Hugo Sánchez, Víctor Rangel, Guillermo Mendizábal, Arturo Vázquez Ayala, Pilar Reyes y otros, pero no, el representativo dirigido por José Antonio Roca falló en los pronósticos. Dijo el Mister “Se puede perder con Alemania, se empata con Polonia y se derrota a Túnez”, debutante africano, por cierto, pero se cayó con los tres y por goleada, así que adiós.
Pero revisando la historia el resultado es el mismo. El ya merito. Se vivió muchos años del primer gol mexicano, de José Luis Lamadrid en un Mundial en Europa, también del triunfo ante el finalista en Chile 62, Checoslovaquia. No se diga en nuestros mundiales de 70 y 86 goleando a El Salvador y superando a Bélgica, respectivamente, sin importar la falla del pernal de Hugo Sánchez contra Paraguay. y desde Rusia 2018 vive México del triunfo en un Mundial ante Alemania, en su peor versión de futbol, con gol de “Chuky” Lozano, y ya.
Se ha ganado una Copa FIFA Confederación ante Brasil, en casa. Se ganó una medalla de oro en Juegos Olímpicos de Londres 2012, como mil Copas Oro de Concacaf y dos campeonatos del mundo infantiles, que por cierto de la última solo “Pollo” Briseño y Carlos Fierro tuvieron seguimiento, esos son nuestros logros, de envidia para la mayoría de nuestra área del tercer mundo futbolístico, pero con una rabia por la mediocridad en la que siempre existirá un pretexto para “el fracaso”
No hay mucho que rascarle a esto, entre la incapacidad para modificar sobre la marcha del todavía técnico nacional Jaime Lozano, o la inexperiencia para dirigir a una selección mayor y la escasa solvencia en las piernas de los nuestros, Quiñones probablemente cuidando el físico para asegurar los millones de dólares en Arabia, entre la displicencia de Orbelín Pineda, la ineptitud Antuna errando cuanto centro intentó. se crea un equipo dramáticamente pobre sin esperanza mínima y a dos años de organizar un tercer Mundial.
Según lozano se cumplió en varios aspectos, entre ellos debutar a jugadores de la nueva generación del futbol mexicano con promedio de edad en los 27, una vergüenza por donde se le quiera ver. Y así, viviendo de los garbanzos de a libra entre ciertos jugadores y resultados, seguirá viviendo el futbol mexicano, al final ahí está el público fiel, medio grosero a veces, pero fiel, y eso será suficiente para elevar las cuentas bancarias de los dueños del futbol a quienes lo deportivo les viene valiendo un cacahuate.