Cincinnati .- El serbio Novak Djokovic, número dos del mundo, aseguró este sábado que la final del Masters 1.000 de Cincinnati contra el español Carlos Alcaraz, fijada este domingo, es “el más grande desafío” que puede tocarle y que es “muy buen examen antes del Abierto de Estados Unidos”.
“Diría que es el máximo desafío para mí en este momento. Nos hemos enfrentado en los últimos tres torneos. Roland Garros, tierra. Wimbledon, hierba. Ahora superficie rápida. Será el primer partido en cemento”, dijo Djokovic en la rueda de prensa posterior al partido.
“Es muy buen ‘test’ antes del Abierto de Estados Unidos, obviamente con condiciones distintas. Aquí al mejor los tres, en el Abierto de Estados Unidos al mejor de los cinco. Pero sigue siendo un partido contra el mejor jugador del mundo actualmente, y está en forma”, prosiguió el serbio, que perdió la final de Wimbledon contra Alcaraz hace poco más de un mes.
“Es el más grande desafío que puede tocarme, así que estoy ansioso. Es la mejor forma de prepararme para Nueva York”, concluyó.
Djokovic, que regresó a competir en Estados Unidos por primera vez en dos años, al no poder acceder al país por su negativa a vacunarse contra el coronavirus, ganó su partido de semifinales al alemán Alexander Zverev por 7-6(5) y 7-5.
Llega a su octava final en Cincinnati, donde ganó dos y perdió cinco, sin ceder set alguno.
“Siempre espero jugar a alto nivel, no es una sorpresa para mí. Sé el trabajo que hago dentro y fuera de la psita para estar dónde estoy. No es una gran sorpresa, honestamente”, afirmó.
“Sin duda es bonito volver a jugar en superficie rápida después de febrero. Hice buenos partidos esta semana, así que espero poder seguir mañana”, añadió.
Alcaraz se clasificó para la final tras ganar por 2-6, 7-6(4) y 6-3 al polaco Hubert Hurkacz, en un partido en el que anuló una bola de partido. EFE
