Por segunda jornada consecutiva, después de empatar 0-0 ante el Niza, el París Saint-Germain volvió a pinchar y firmó tablas frente al Lens (1-1), con un error de Keylor Navas y un tanto sobre la bocina de Georginio Wijnaldum en un duelo en el que Lionel Messi tampoco celebró su Balón de Oro con una actuación decisiva.
Desde que recibió el galardón, Messi no convence. Ante el Niza, se esperaba una fiesta que no llegó. Y, unos días después, en Lens, de nuevo no se vio la mejor versión del argentino, que aún a medio gas dispuso de una de las ocasiones más claras de su equipo con un lanzamiento a un palo en la primera parte.
La sensación general, después de un tramo ya largo del curso, es que el cuadro parisino no convence. La mayoría de las veces, gana. Sobre todo en la Ligue 1, una competición en la que apenas tiene rivales de renombre que puedan plantarle cara. El equipo de Pochettino es una reunión de estrellas mal conjuntadas. Y, así, es difícil lograr títulos de postín como la Liga de Campeones.