El Oporto no aprovechó el tropiezo del Atlético de Madrid, que cayó por 0-1 ante el Milán, y deberá ganar en la última jornada al conjunto español si quiere lograr el billete para los octavos de final de la Liga de Campeones, tras caer este miércoles por 2-0 ante el Liverpool, en un encuentro en el que el equipo portugués pagó con la derrota su falta de pegada.
Un problema del que careció el conjunto inglés, que pese a verse superado durante la mayor parte del encuentro por el equipo luso, demostró su contundencia ante la portería rival con los goles del español Thiago Alcántara, que abrió el marcador a los 52 minutos con un sensacional disparo desde fuera del área, y el egipcio Mohamed Salah, que cerró la victoria local en el 70 con una preciosa maniobra en el interior del área.
Conscientes de que una victoria les permitiría llegar a la última jornada, en la que recibirán al Atlético de Madrid en el estadio do Dragao, con ventaja sobre el equipo rojiblanco los de Sergio Conceicao salieron desde el principio dispuestos a asaltar el estadio de Anfield.
Con las líneas adelantadas y agresivo en la presión el Oporto no tardó en inquietar la portería del brasileño Alisson Becker, que vio como a los siete minutos el delantero iraní Mehdi Taremi rozaba el gol en un remate de cabeza que se marchó fuera por muy poco tras tocar en el defensa Joel Matip.
Un aviso de las intenciones de los “dragones” que dos minutos después, en el nueve, volvieron a llevar el peligro al área del Liverpool en una internada del brasileño Evanilson.