Redacción deportes, 2 dic (EFE).- El liderazgo mostrado por el centrocampista argentino Enzo Fernández, aderezado por el talante goleador que le llevó a firmar un doblete, llevaron a la victoria al Chelsea que se reencontró con un buen resultado y alargó las dudas del Brighton, otra vez derrotado.
Stamford Bridge contempló a dos equipos llamados a más. Necesitados. Fuera de la parte alta, perdidos en el ecuador, en tierra de nadie. Nada que ver tiene el Brighton, que languidece sin Ansu Fati, y que en la pasada jornada pudo con el Nottingham Forest después de seis encuentros sin ganar. Fue un espejismo y el plantel de Roberto de Zerbi, sensación de la anterior campaña, volvió a las andadas, volvió a perder.
Parecidos antecedentes presentó el Chelsea con solo un partido ganado de los últimos cinco. Al espectacular empate con el Manchester City le siguió la derrota en la pasada fecha con el Newcastle. Solo pudo con el Tottenham el cuadro de Mauricio Pochettino, que ahora también tumbó al Brighton.
Salió airoso el equipo de Stamford Bridge a pesar de jugar la segunda parte con un jugador menos. En menos de un cuarto de hora, Conor Gallagher vio dos tarjetas y en el último minuto de la primera parte fue expulsado.
En ese momento, y así se llegó al descanso, el partido estaba abierto. Inclinado hacia los blues pero con opciones para el Brighton. Enzo Fernandez había puesto por delante al Chelsea pasado el cuarto de hora cuando, en un córner, Benoit Badiashile recogió el saque y lo envió al área pequeña. Ahí estaba el centrocampista argentino que lo aprovechó y de cabeza batió a Jason Steel.
Cuatro minutos después, en el 21, amplió la ventaja en un centro al área que cabeceó primero Nicolas Jackson y que aprovechó, también de cabeza, Levi Colwill.
Tenía pinta de festín londinense el cara a cara entre ambos. Inspirado el Chelsea ante un rival desbordado que recuperó el pulso justo antes del intermedio, con el tanto del argentino Facundo Buonanotte a pase de Adam Lallana. Impecable definición del sudamericano que puso el balón al borde del poste, imposible para Robert Sanchez.