Este es otro Chelsea, más ordenado, más letal de cara a puerta y con ese pelín de suerte que provocó que, en un partido de idas y venidas ante el Leicester City, los ‘Blues’ se llevaran el triunfo y sumen tres victorias consecutivas que les hacen soñar con Europa.
Siguen muy lejos los de Graham Potter, a once puntos, con un partido menos, de la cuarta plaza que defiende el Tottenham Hotspur, pero estos dos últimos triunfos, ante Leeds United y Leicester, junto al pase de cuartos de la Champions, vuelve a hacer sonreír a la afición ‘Blue’, que confía en que la temporada aún no está muerta.
Los goles de Ben Chilwell y Kai Havertz doblegaron al de Patson Daka y permitieron a los de Potter ganar fuera de casa por primera vez en diez encuentros.
Un triunfo reconfortante para un Chelsea que en las últimas semanas ha ganado enteros y ve la luz al final del túnel. Ayudó a ello el tempranero gol de Chilwell, que enganchó una volea dentro del área, y acalló al King Power Stadium, su antigua casa y esa que no paraba de pitarle durante el encuentro.
A raíz del gol del lateral, el partido se convirtió en un vaivén continuo y así llegó la ocasión para Joao Félix, que picó un mano a mano delante de Ward con la mala fortuna que se fue a la madera, y la contrapartida del Leicester, un disparo de Dewsbury-Hall desde fuera del área al larguero.
Hasta que por insistir llegó el empate del Leicester, que presionó muy bien la salida desde atrás del Chelsea, robó la pelota a Joao y Daka, en la frontal, clavó la pelota junto al palo derecho de Kepa.