El tricampeonato del América será recordado como el hito más grande del equipo en su historia, al brasileño André Jardine como el director técnico más exitoso para el equipo en mucho menos tiempo que el resto de sus pares y varios de sus jugadores como joyas encabezadas seguramente por Álvaro Fidalgo que muy seguramente es el futbolista que más lloró los títulos por gusto en conquistarlos y por vergüenza de perderlos.
Sin embargo, para el americanismo fue un semestre terriblemente cerrado y dolió en todos los planos, desde su dueño hasta el más humilde de sus seguidores, porque haberse quedado en una semifinal, una final y un juego definitorio de play in, duele y sin duda mucho.
Mire que Jardine, el último rey de la estrategia desmoronó al equipo al hacer cambios en un tiro de esquina al minuto 89 que costó el gol del empate de parte de Los Ángeles FC y a la postre en tiempo extra el 2-1 adverso para quedar a la orilla del Mundial de Clubes, una oportunidad dorada para suplir la usencia del León tramposo, por sus dueños no por el equipo.
Imagine que después de ser papá del Cruz Azul este equipo te elimine en semifinales de Concachampions. Es evidente que dolió, aunque el futbol da revanchas y en este caso fue muy pronto eliminando el equipo de Coapa a los celestes en semifinal de liguilla.
La final si fue muy condicionada por los crasos errores de los árbitros en ambos juegos de ida y vuelta, sin marcar penales ni expulsar jugadores ante situaciones claras en contra del América, pero al final es no era la excusa del aún campeón porque fueron incapaces de mostrar otra cara en los juegos, aunque tuvieses 12 rivales por partido, o por lo menos eso fue lo que notó en el terreno de juego.
El problema de América es que se desvaneció en estos tres partidos y de la grandeza pasó a la tristeza. No fue mala temporada regular ni siquiera la liguilla, tampoco un mal pasó en el tiempo que jugó dentro de Concachampions, incluso, fueron 88 minutos buenos en el play in ante Los Ángeles, el problema es que en las definiciones falló y ya venía con hierros en eso. Justo en el peor momento les hicieron tres goles idénticos en remates de cabeza frente a un Malagón que no sabe salir.
Este América no da para más. Lo de Santiago baños era apuntalar zonas y entre lesiones y bajas de juego este es el resultado, que para la jerarquía de equipo de nada sirve llegar a la disputa si se queda con las manos vacías. Por lo menos 7 jugadores, incluido Malagón, deben salir del equipo si es que América quiere regresar lo antes posible para volver a callar bocas.
FEG