El tenista serbio Novak Djokovic aguarda en Melbourne la decisión de las autoridades australianas sobre su permanencia en el país sin estar vacunado contra la covid-19, después de que se haya informado de que pudo haber mentido en su declaración de entrada.
El número uno del mundo completó este martes su segunda sesión de entrenamiento de cara al Abierto de Australia, que se celebra a partir del 14 de enero, mientras el ministro de Inmigración australiano, Alex Hawke, aseguró que sopesa la cancelación del visado del tenista.
En un escueto comunicado, la oficina de Hawke subrayó hoy que el ministro “está considerando si cancelar el visado de Djokovic” mediante el uso que le concede el artículo 133C(3) de la Ley de Inmigración australiana.
“En linea con el debido proceso, el ministro Hawke considerará a fondo el asunto. Como el problema está en curso, por razones legales es inapropiado hacer más comentarios”, apuntó el departamento gubernamental.
Djokovic llegó el pasado miércoles a Melbourne con una exención médica a vacunarse por haberse contagiado de la covid-19 en diciembre, pero los agentes de aduanas le denegaron el visado y fue retenido en un hotel mientras sus abogados presentaron un recurso.
Un tribunal australiano dio el lunes la razón a Djokovic, de 34 años, y le permitió la entrada en el país, pero aún hay posibilidades de que sea expulsado del país.
AJGD