París, 5 may (EFE).- A dos días del duelo de vuelta de semifinales de la Liga de Campeones contra el Arsenal, el París Saint-Germain juega la carta del suspense sobre la presencia de su máximo goleador, Ousmane Dembélé, lesionado en el partido de ida, pero cuya presencia en el Parque de los Príncipes parece confirmarse.
Según L’Équipe, el exjugador del Barcelona se entrenó con el resto de sus compañeros este lunes, aunque el club no ha dejado filtrar ninguna imagen de la sesión a puerta cerrada y guarda total silencio sobre el estado real de su jugador.
Convertido por Luis Enrique Martínez desde finales del año pasado en un goleador, una faceta que hasta entonces no había mostrado, Dembélé se ha convertido en el mejor arma del equipo, autor de 28 goles desde diciembre, lo que le convierte en el máximo artillero en lo que va de año de las principales ligas europeas.
El atacante tuvo que retirarse lesionado del Emirates Stadium el pasado martes tras haber marcado en el minuto 4 el gol de la victoria de su equipo que les acerca algo de su segunda final de la máxima competición europea.
Aunque el propio jugador pareció minimizar el alcance de la lesión, el club aseguró que sufrió un problema en los isquios de la pierna derecha, sin fijar ningún plazo de recuperación.
Ausente del viaje a Estrasburgo, donde los de Luis Enrique encadenaron su segunda derrota en la competición doméstica, de la que ya son campeones, la duda persiste sobre si podrá figurar en el once de partida de Luis Enrique para el crucial duelo contra al Arsenal.
El optimismo que muestran de forma anónima en el club contrasta con la postura oficial, que parece querer alimentar el suspense, un mensaje que tiene como destinatario al Arsenal.
Este domingo, Dembélé se entrenó en el gimnasio, pero el lunes ya saltó al césped. Aún le queda el entrenamiento de mañana, que puede acabar por dar a conocer su verdadero estado físico.
Si cada vez hay menos dudas de que figurará en la convocatoria de Luis Enrique, no parece tan claro si estará en el equipo titular o se quedará en el banquillo como un recurso en el caso de que se le tuerzan las cosas al PSG.
El entrenador español mantiene una confianza total en el jugador y ninguna de las otras opciones que, a lo largo de los meses, ha utilizado en el puesto de ‘9’ le ha dado tan buenos resultados.
De hecho, su traslado al centro de la delantera desde el extremo derecho, su escenario natural, ha coincidido con el cambio de tendencia del equipo en Europa.
De sufrir para superar la primera fase a causa de la falta de puntería goleadora, el PSG ha pasado a ser una de las referencias de Europa, para muchos la más sólida para levantar en Múnich la Liga de Campeones, el gran objetivo de los propietarios cataríes del club desde su adquisición en 2011.
Mucha de la responsabilidad en ese cambio de tendencia ha venido de la mano de Dembélé y su sorprendente instinto goleador, que ha permitido que todo el volumen ofensivo del equipo, el mayor en la primera fase, acabe subiendo al marcador. EFE