Con una emoción y una sonrisa difícil de ocultar, el nuevo monarca interino supermosca, Carlos Cuadras, recibió el cinturón verde y oro que ganó el pasado mes de noviembre tras derrotar por decisión dividida a su compatriota y también ex campeón mundial Pedro Guevara, en la gran cartelera que se llevó a cabo como parte de la clausura de la Convención WBC en Tashkent, Uzbekistán.
Con las emociones a flor de piel después de ver el resumen de su coronación, el flamante campeón recibió de su faja justamente de manos del campeón supermosca Juan Francisco Estrada, y del presidente del WBC, licenciado Mauricio Sulaimán.
Ya con el cinturón en su pecho, Carlos recordó esa noche en la Humo Arena, donde el ambiente y la entrega de miles de fanáticos lo hicieron sentir como en casa y lo animaron a sacar toda la “medicina” y lograr vivir nuevamente el sueño que vivió hace casi 9 años, ser campeón del mundo.
Con la voz un tanto entrecortada de la emoción, Carlos hizo un especial agradecimiento, pues como él mismo acotó, ellos son el motor de su vida, su hijo Carlitos y su esposa Saraí, a quien además le reconoció públicamente el amor incondicional, la paciencia y sobre todo el que siempre ha creído en él.
El agradecimiento se hizo extensivo a su equipo de trabajo, sus compañeros y por supuesto al presidente del WBC, licenciado Mauricio Sulaimán.
En este punto y aprovechando que también hoy estamos celebrando 48 años de la elección de Don José Sulaimán a la presidencia del WBC, Carlos no pudo evitar recordar al hombre que lo hizo soñar en grande y quien siempre lo animó a dar todo dentro y fuera del ring.
“Se dice fácil pero han pasado casi nueve años desde que me coroné por primera vez, un tiempo que se dice fácil pero donde conocí la luz y la oscuridad, donde a veces me perdí pero gracias a mi hijo y a mi esposa encontré en camino.
Nueve años en los que jamás me rendí y busqué la oportunidad de recuperar mi amado título; hoy estoy nuevamente aquí, celebrando este triunfo y listo para todo lo que venga. Gracias a todos quienes lo hicieron posible. Me le debía y se los debía” comentó
Aprovechando la visita del campeón absoluto Juan Francisco, Carlos no dudó en decirle que guarda la espinita de aquella derrota y que espera que el 2024 puedan volver a chocar los guantes arriba de un ring, para esta vez alzarse con la victoria y ser el campeón absoluto de la división.
Sin embargo, por ahora y para despedir el año tomará un merecido descanso para posar las fiestas con su familia y disfrutar de esta victoria con sus seres amados, pero sentenció que el 2024 llegará con más “medicina” que nunca.
