El Bayern y su inmediato perseguidor empataron 3-3 (2-2) en un encuentro apasionante correspondiente a la sexta jornada de la Bundesliga. El campeón récord alemán defendió su primera posición, pero acabó encajando el gol del empate en el cuarto minuto del tiempo añadido.
En un duelo entretenido, Minjae Kim (14′) hizo el 0-1 para un FC Bayern muy dominante. Antes de que el Eintracht le diera la vuelta al partido con dos goles al contraataque (Marmoush/22′, Ekitiké 35′).
Sin embargo, Dayot Upamecano empató rápidamente antes del descanso (38′). Michael Olise recompensó a un incansable FC Bayern con un mágico gol que volvía a poner a los suyos por delante en el marcador 2-3 (53′). Entonces llegó el tercer jarro de agua fría para la defensa del Bayern: Omar Marmoush volvió a marcar en un contragolpe en el minuto 94 para poner el 3-3 definitivo.
Seguían arreciando las oportunidades. El Bayern, por medio de Gnabry y Müller. Tuvo a su alcance la opción de aumentar la ventaja, pero en lugar de ello se encontró con el inesperado empate de su oponente, que a la primera que los de Kompany les dejaron correr, lo castigaron sobremanera.
Un pase a la espalda de la defensa del extremo alemán Ansgar Knauff fue aprovechado por el máximo goleador del inicio de Bundesliga. El propio Omar Marmoush, que definió con gran instinto ante la media salida de Neuer.
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Bayern de antaño.
El tanto no alteró el plan del Bayern, que continuaba moviendo el balón y presionando para tratar de desarticular el entramado defensivo improvisado por el Eintracht. Una recuperación en campo contrario continuó con un pase a Müller que lo dejó solo ante el meta brasileño Kaua Santos, pero este triunfó en el mano a mano.
Y, como en la ocasión anterior, a un fallo de Müller le siguió otro tanto de las Águilas. Una carrera larguísima de Marmoush, en la que superó en el duelo individual a Upamecano con suma facilidad, convergió en un pase de la muerte que remachó Ekitiké.
El irregular central francés se redimió en la siguiente acción, cuando, después de una jugada de Gnabry remontando línea de fondo. Le cayó en el corazón del área, tras dos rebotes de semifallos, un esférico que empujó al fondo de la red.
Con las espadas en todo lo alto se llegaba al descanso de la contienda en Fráncfort. Aunque el paso por los vestuarios no varió la dirección del encuentro.
El hexacampeón de Europa continuaba encerrando a los locales en su mitad de cancha. Y en una de esas embestidas volvía a adelantarse en el luminoso. Otro esférico robado en cancha contraria, dio lugar a un pase de Harry Kane, inédito hasta entonces y que poco después se marcharía lesionado, a Olise, que, con destreza tras driblar a Dahoud, definió al palo largo de la portería.
El equipo de Kompany dio un último arreón a la desesperada. Pero su intento fue infructuoso y encadena su tercer partido consecutivo sin conocer la victoria, desaprovechando la oportunidad de empezar a marcar territorio que le habían brindado Leverkusen y Dortmund.
AJGD