Redacción Deportes, 29 jun (EFE).- No eran Ilya Topuria y Charles Oliveira pero como si lo fueran. El Bayern Múnich tuvo que anotar cuatro goles para noquear al Flamengo y pasar a cuartos de final del Mundial de Clubes. Los brasileños aguantaron el envite con dos tantos, pero la pegada alemana -personificada en Harry Kane- fue demasiado para ellos.
Flamengo y Bayern firmaron una oda al fútbol ofensivo, con los riesgos de una presión muy elevada que dejaba a menudo a los 22 jugadores en apenas la mitad del terreno de juego, pero con los beneficios de que cualquier recuperación de balón o pase entre líneas abriría un sendero hasta la portería rival.
Los goles germanos de Leon Goretzka y Harry Kane en el primer tiempo fueron dos ejemplos de ello. Recuperación en campo contrario, disparo casi inmediato desde fuera del área y gol. Cada fallo del Flamengo en salida era castigado con un gol, pero eso no amilanó a los brasileños.
No eran Ilya Topuria y Charles Oliveira pero como si lo fueran. El Bayern Múnich tuvo que anotar cuatro goles para noquear al Flamengo y pasar a cuartos de final del Mundial de Clubes. Los brasileños aguantaron el envite con dos tantos, pero la pegada alemana -personificada en Harry Kane- fue demasiado para ellos.
Flamengo no pudo ante la presión alemana
Flamengo y Bayern firmaron una oda al fútbol ofensivo, con los riesgos de una presión muy elevada que dejaba a menudo a los 22 jugadores en apenas la mitad del terreno de juego, pero con los beneficios de que cualquier recuperación de balón o pase entre líneas abriría un sendero hasta la portería rival.
Los goles germanos de Leon Goretzka y Harry Kane en el primer tiempo fueron dos ejemplos de ello. Recuperación en campo contrario, disparo casi inmediato desde fuera del área y gol. Cada fallo del Flamengo en salida era castigado con un gol, pero eso no amilanó a los brasileños.
No pudo detener otro trallazo de Gerson, a la media hora de partido, que acortó distancias. El extremo del Flamengo apareció en el área rival desde segunda línea para poner en pie a toda su hinchada.
El broche de oro a una primera parte difícil de superar lo puso Goretzka con el mencionado gol. Le cayó a los pies un mal despeje de la defensa brasileña y remató sin pensárselo desde treinta metros. Rossi pudo haber hecho más para detener su disparo, pero pareció quejarse de que uno de sus zagueros le impidió ver la trayectoria del balón.
AJGD