La selección de Austria dejó claro que quiere acabar, por fin, con los veintisiete años de ausencia de la fase final de una Copa del Mundo y arrancó este sábado su andadura hacia el Mundial de 2026 con un convincente victoria por 2-1 sobre la de Rumanía en Viena.
Tras la decepción que supuso el fallido ascenso a la Liga de Naciones A tras perder ante Serbia en la eliminatoria de promoción, el conjunto austríaco no quería un nuevo disgusto y desde el comienzo justificó el cartel que le sitúa como el máximo favorito del grupo H.
Un dominio que se debió más a la tenacidad de los jugadores de Ralf Rangnick que la clarividencia de los jugadores locales, especialmente en los metros finales, lo que no impidió a Austria contabilizar un puñado de buenas aproximaciones.
Insistencia que encontró su premio finalmente con el tanto del delantero Michael Gregoritsch, jugador del Friburgo alemán, que estableció a los 42 minutos el 1-0 al remachar a las redes un larguísimo saque de banda de Philipp Lienhart prolongado de cabeza por Maximilian Wöber.
Ventaja que se encargó de doblar para Austria al cuarto de hora del inicio de la segunda mitad el centrocampista del Borussia Dortmund Marcel Sabitzer que firmó en el 60 el definitivo 2-0 con un potente disparo lejano.
Un marcador que pareció hacer reaccionar a Rumanía que logró reducir su desventaja a los 95 minutos con el gol (2-1) de Florin Tanase. Demasiado tarde para los de Mircea Lucescu que generaron más peligro en los minutos finales que en todo el partido.
Circunstancia que permitió a Austria, que no juega una fase final desde el Mundial de Francia 1998, sumar sus primeros 3 puntos en un grupo H que lidera Bosnia, tras contar por victorias sus tres primeros partidos. EFE
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