28/06/24 .- Hace casi medio siglo la estadounidense Renné Richards se convirtió en la primera mujer transexual en jugar un torneo profesional de tenis y nada menos que en el Abierto de los Estados Unidos. Es justo o injusto, se preguntaban fundamentalmente las integrantes de WTA (Asociación Femenina de Tenis). Hasta la fecha sigue la discusión entre federativos y organizadores, lo cierto es que algunas disciplinas lo han prohibido e incluso han creado un apartado para disputar cetros o títulos en la comunidad trans.
El neoleonés Ricardo del Real fue Mónica, y siendo ella, nos representó a los mexicanos con gran nivel en planos internacionales del Taekwondo, incluso en los Juegos Olímpicos de Sydney en el 2000. Ricardo sigue llevando a Mónica, pero solo en el corazón, en el recuerdo, en la memoria de una etapa fantástica de buena gloria para el deporte mexicano.
Justin Fashanu llegó a ser uno de los mejores futbolistas ingleses en su época, comenzó su carrera en el Norwich City y se convirtió en el primer jugador de color en ser traspasado por un millón de libras pasando a Nothingham Forest, pero también fue el primer jugador en tomar la decisión de abrir públicamente su homosexualidad, que siendo los ingleses una sociedad machista se dedicó a recibir todas las críticas.
Y la lista crece y seguirá creciendo porque en pleno año 2024 podemos hablar de una mayor apertura para salir de clóset y para ser socialmente aceptado. En una comunidad mundial educada en materia heterosexual evidentemente ha costado muchos años de sangre, lagrimas inversiones, campañas, con el fin de normalizar, o bueno una cosa es normalizar que no significa ser bien visto por un alto porcentaje, todavía.
Las estadísticas son un reflejo muy claro de condiciones que se viven dentro del deporte siendo parte de comunidad LGBTQ como que el 80% ha sido gente despreciada y señala en su actividad, que por cierto no es el caso de Megan Rapino, probablemente la futbolista estadounidense con grandes logros personales y colectivos pueda ser la figura más emblemática de la comunidad en el deporte y en general para el Orgullo, y vaya que es respetada por la gente, sean políticos, deportistas, aficionados y vecinos, pero Megan es como una ajuga en un pajar. Lamentablemente hay que seguir trabajando para que la normalidad deje de estar señalada, en este sentido, y se vea de una manera abierta y natural con el respeto absoluto, para que toda la gente que no es heterosexual sea libre sin ningún tipo de complejos, señalamientos ni miedos, y de ocupar bien el deporte en campañas y acercamientos, debe de ser un buen cause para colaborar en la aceptación
Sin duda costará, pero se camina bien. No hemos podido con el racismo desde que somos habitantes en este planeta, El Apartheid y Mandela fueron una causa gigante como la de Martin Luther King pero casi seguimos igual, a veces peor, así que trabajo y paciencia. El mundo sería perfecto si aplicaremos meramente el respeto en todo sentido, pero pesa. Pareciera que generar dolor nutre, se disfruta.
Por Amelie Mauresmo, Martina Navratilova, Gregg Louganis, Ian Thope, Bruce Jenner y por los millones de desconocidos, desconocidas y desnococides, a celebrar su día, que el deporte debe de ser probablemente el mejor camino natural para la conciencia.