Rocío Hernández
México.- Esta exposición se compone de 22 piezas impresas a partir de fotografías de momentos singulares registrados durante el proceso pictórico que la artista lleva a cabo desde hace 35 años.
En el recinto de la Red de Museos Inbal, el público visitante podrá apreciar que las figuras de esta serie son seres efímeros, que existieron solo por un momento en los lienzos y fueron recreados con tecnología de impresión digital. Esta obra revela otro tiempo, uno no lineal, donde pasado y futuro cohabitan en el presente, para mostrar que en esos instantes que creíamos perdidos es donde residen las formas poéticas de la vida.
En esta exposición seremos testigos del proceso creativo de una artista que se mueve entre contrastes de colores para capturar lo que usualmente escapa a nuestra vista. La complejidad de su arte refleja la propia batalla interna y la exploración de los confines de la existencia. En lugar de intentar analizar o abstraer las imágenes que revela, sus obras ponen al descubierto lo oculto en lo profundo, como espectros persistentes que nunca dejan de regresar.
Los seres que habitan esta muestra han recibido su brillo de una luz interior, y de esa manera nos permiten relacionarnos con ese otro lado de la existencia que convive continuamente con nosotros, pero solo podemos percibir a través de la “mirada profunda” de la artista, que construye un cuerpo pictórico en el que el color existe como metáfora de tensiones espirituales.
“Laboratorio de lo efímero” es una reconciliación con la opacidad de nuestra propia mirada. Es, al mismo tiempo, luz y sombra, esperanza y desesperanza: lados opuestos que se complementan.
JJ