Madrid.- El romanticismo de París, la magia que corre por sus rincones, así como la belleza e importancia de su moda vuelven a ser los protagonistas de la segunda temporada de “Emily in Paris” (Netflix), que según asegura la intérprete Lily Collins a EFE tendrá “más diversidad, más comedia y mucho más glamour” que su predecesora.
A diferencia de la primera temporada en la que Emily Cooper (Collins) recién llegada a la capital gala, una ciudad de costumbres muy diferentes a las estadounidenses, y sin saber nada de francés, se siente como un pez fuera del agua, en esta segunda -que llega mañana a la plataforma- se mete más en las costumbres parisinas y experimenta más con la gente.
“Me siento mucho más cómoda en esta temporada. Hablo más francés me desenvuelvo más, exploro a fondo la ciudad y eso hace que mi círculo de amigos crezca y me ayude a desenvolverme mejor en el trabajo. Todo esto también hará que se produzcan más situaciones cómicas, porque tampoco dejará de meter la pata”, ríe Collins en la entrevista.
Una vez asentada en la ciudad, esta segunda temporada mostrará como Emily, después de verse envuelta en un triángulo amoroso con su vecino y chef Gabriel (Lucas Bravo) y su primera amiga francesa, Camille (Camille Razat), está decidida a centrarse en su trabajo, la agencia de marketing Savoir, y en ganarse la confianza y el respeto de su jefa Sylvie (Philippine Leroy-Beaulieu).
JV