México.- El crecimiento de la economía del 3.0 por ciento que se registró en el 2022, no representa aún una expansión del PIB, sino es todavía un efecto de rebote, tras la caída derivada de la COVID19, afirmó Gabriela Siller, Directora de Estudios Económicos de Banco Base, al presentar las “Perspectivas Económicas”, señaló que la economía de México está en el lugar 39 de las 45 más grandes del mundo, señaló que hay diversos factores que le impiden crecimiento a nuestra economía y que no han sido atendidos.
“Hay problemas que son estructurales de largo plazo de la economía, como lo son el bajo nivel de inversión y el alto nivel de informalidad en el empleo y bueno pues con tanta informalidad con rezago en los niveles de inversión pues no hay forma como México pueda crecer a tasas aceleradas… es un efecto rebote todavía porque no es todavía una expansión económica dado que México apenas acaba de terminar de recuperarse respecto a lo perdido en la crisis del coronavirus”
Con los datos de crecimiento, estimó en un escenario central de crecimiento de 1.7 por ciento para este año; sin embargo, destacó que el PIB per cápita, se encuentra en uno de los peores niveles de la historia, desde la depresión de los 30s del siglo pasado y aunque si bien se enfrentó una pandemia no vista con anterioridad, la caída es autoinflingida, por la falta de políticas adecuadas
“Aún y cuando el siguiente año creciéramos 2.0%, el PIB, per cápita no terminaría de recuperarse y cerraríamos esta administración, con una caída del PIB por habitante, algo no visto desde el sexenio de Miguel de la Madrid; por supuesto que hubo una pandemia la cual afectó fuertemente a la actividad económica de México y del mundo, pero no podemos echarle por completo la culpa la pandemia, porque sabemos que el PIB en México ya venía en descenso desde el 2019 y además, no se aplicó una política fiscal contracíclica que detuviera la caída del PIB y que sentará las bases para una rápida recuperación… parte de esta lenta recuperación económica es autoinflingida”
Siller Pagaza, indicó que con los datos más recientes, se puede asumir que los incrementos en el salario mínimo sí están presionando a la inflación, por lo que dijo: no podemos decir que toda la inflación es importada y que corresponde al lado de la oferta por las disrupciones en las cadenas de suministro, generadas por la pandemia, por la guerra, advirtió que sí hay un componente que está presionando la inflación de lado de la demanda. Estimó que aunque la inflación pueda ceder a lo largo del año, lo hará a lentos niveles, para cerrar el año en 5.1 por ciento todavía por encima del objetivo de Banco de México, por lo cual el banco central podría seguir subiendo su tasa de interés hasta un nivel de 11.5% en el 2023.
Finalmente advirtió del riesgo que implicaría para el soberano, si la presente administración buscara absorber la deuda de Pemex, lo que afirmó generaría presiones importantes sobre las finanzas públicas lo que implicaría una excesiva deuda del gobierno o dejar de lado el gasto en la inversión física necesaria para el país, lo que señaló le da incentivos perversos a Pemex, ya que implicaría un rescate y en pocos meses, la empresa, volvería a altos niveles de deuda.
JJ