México.- El turismo resulta en una actividad “física saludable para seguir en el tiempo libre”. Algo que quizá ya se intuía, pero ¿qué hay de la parte mental? De acuerdo con un estudio de la Coalición Mundial para el Envejecimiento, el acto de viajar puede ser un factor relevante para retrasar la aparición de enfermedades cerebrales como el Alzheimer.
Con base en su último informe en el que se encuestó a 1,500 estadunidenses, se reportó que, entre las motivaciones para viajar se encontraba precisamente el hecho de que, la estimulación mental causada por la planificación y tomar vacaciones se percibía como un agente que puede prevenir esta patología relacionada con el olvido.
Y es que el acto de planear un viaje, desde revisar las opciones de destino, los métodos de viaje, la interacción con gente nueva, comunicarse con otra persona que hable un idioma diferente al nuestro, si es el caso, y hasta el regreso, ya con historias por contar a nuestros cercanos, es un proceso en el que la mente se activa y que resulta benéfico, ya que, se ha demostrado que quienes continuamente están “desafiando” a su cerebro, exponiéndolo a nuevos retos o complejas tareas de aprendizaje parecen tener un cerebro más sano y presentan menor probabilidad de desarrollar demencia.
Investigaciones recientes han demostrado que, mientras nuestro cerebro esté sano, podrá desarrollar nuevas conexiones entre las neuronas, incluso en edad avanzada. Finalmente, nuestro cerebro es un ente que gusta de estar aprendiendo de manera constante, cualquier traslado de un punto monótono hacia algo nuevo, será bien recibido por éste.
JV