Nairobi.- El Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) pidió hoy que se preste una “mayor atención” a problemas como los incendios forestales, que ocurren cada vez con más vehemencia, y la contaminación acústica en las ciudades, que se está convirtiendo en una amenaza para la salud pública mundial.
El PNUMA analiza esos desafíos en la cuarta edición de su “Informe Fronteras”, que se publicó por primera vez en 2016 con una alerta sobre el creciente riesgo de enfermedades zoonóticas, cuatro años antes de la pandemia de covid-19.
El documento, titulado “Ruido, llamas y desajustes: problemas emergentes de preocupación ambiental”, advierte de que la contaminación acústica en las ciudades, que califica de “asesino estridente”, se ha transformado en un “peligro creciente para la salud pública”.
“Sonidos no deseados, prolongados y de alto nivel de tráfico rodado, ferrocarriles o actividades de ocio menoscaban la salud y el bienestar humano. Esto incluye molestias crónicas y trastorno del sueño, lo que resulta en enfermedades cardíacas graves y trastornos metabólicos como diabetes, discapacidad auditiva y peor salud mental”, señala el PNUMA.
SC/
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