Madrid.- El proyecto internacional Mascot, que estudia a gran escala el gas frío de las galaxias, un elemento esencial para entender cómo funciona su evolución, ha publicado sus primeros datos, los cuales sugieren que estas se “apagan” de dentro hacia afuera.
Mascot, impulsado por el Observatorio Europeo Austral (ESO), ha observado ya en detalle más de doscientas galaxias.
Las galaxias suelen catalogarse en azules, donde se forman estrellas, y rojas, que están apagadas y en las que apenas surgen. Algunas pocas tienen características intermedias y se localizan en el llamado “valle verde”.
Si el proceso de evolución galáctica fuera una simple cuestión de agotamiento del gas, tendría que haber muchas más galaxias en el “valle verde”, por lo que debe haber un mecanismo que detenga la formación de estrellas y haga que la transición del azul al rojo sea relativamente rápida, según Sara Cazzoli, investigadora del español Instituto de Astrofísica de Andalucía (IAA-CSIC), que participa en el proyecto.
JV