Madrid.- Este año la celebración del Día de la Tierra coincide con la reunión del Acuerdo de Escazú en Chile, un tratado de acceso a la información, la participación y la justicia ambiental, temas que para muchos defensores de la tierra y la naturaleza conlleva su criminalización o, incluso, la muerte en algunos países.
Aunque la defensa de la Tierra o la Pachamama, como se la conoce en países de Latinoamérica, pueda parecer algo casi idílico, muchos defensores han sido encarcelados o asesinados por defender su derecho y el de sus comunidades al agua, al suelo o a espacios sin contaminación.
Precisamente, la reunión de Chile pretende fortalecer el Acuerdo Regional sobre el Acceso a la Información, la Participación Pública y el Acceso a la Justicia en Asuntos Ambientales en América Latina y el Caribe, más conocido como Acuerdo de Escazú, por la localidad costarricense donde se firmó en marzo de 2018.
El Acuerdo ha sido desde sus inicios promovido por Naciones Unidas, en una de las regiones más violentas del mundo como lo verifica el informe de 2020 de la organización Global Witness, que ha situado un año más a Colombia, Brasil, México u Honduras en la “deshonrosa” clasificación de países con más defensores ambientales asesinados.
JV