Amigos de Enfoque Noticias, la recomendación de esta semana para ir al cine es la película “TE NOMBRÉ EN EL SILENCIO”, ópera prima documental del realizador mexicano José María Espinosa de los Monteros.
“TE NOMBRÉ EN EL SILENCIO” nos ubica al norte de Sinaloa y sigue de cerca a Mirna, una madre, cuyo hijo fue desaparecido en julio del 2014, a manos de un grupo de hombres armados. Ante la inacción de las autoridades, Mirna decide buscar a su hijo ella misma, lo que la llevó, con el paso de los meses, a convertirse en la ingobernable lideresa del colectivo Las Rastreadoras de “El Fuerte”, bautizadas así, en 2015, por el periodista culichi Javier Valdez, asesinado por su labor. Las Rastreadoras de “El Fuerte” son, principalmente, un grupo de madres de personas desaparecidas, quienes, ante la incompetencia y apatía del gobierno, de todos los niveles y todos los partidos, y su descarada complicidad con el crimen organizado, se han dedicado, con picos y palas en mano, a buscar a sus hijos, o lo que quede de ellos, en medio de los cuerpos de los miles desaparecidos que se han ido apilando, desde que inició la fracasada “Guerra Contra el Narco”.
“TE NOMBRÉ EN EL SILENCIO”, es un poderoso documental hábilmente filmado, en donde la puesta en cámara no nos deja indiferentes y nos lleva a la intimidad de estas rastreadoras, que no pierde detalle y logra abordar, con éxito y mucho respeto, un tema fuerte, doloroso, emotivo, exaltando la fuerza del carácter de estas mujeres, siendo al mismo tiempo cercano con su dolor, creando vínculos y apagando la indiferencia del espectador, ante la labor de estas madres que buscan a sus desaparecidos en un país lleno de fosas clandestinas.
Amigos de Enfoque Noticias, el documental “TE NOMBRÉ EN EL SILENCIO”, es una excelente cinta, que debemos ver, y que nos muestra los rostros, la valentía, el coraje, la rabia, y sobre todo, el amor que impulsa a estas correosas e incansables mujeres, que lloran, pero también echan madres, que rezan, pero también cavan, que se doblan, pero jamás se rompen y que nada las detiene, ni el gobierno, ni el crimen organizado, ni la indiferencia de la sociedad, ni siquiera su propio dolor, enseñándonos además, esa mínima luz de esperanza, la cual, mientras no se extinga las hará seguir buscando y buscando y buscando.
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